Se habla hoy en diferentes ámbitos, sobre todo en el medio productivo y económico, del tema de la innovación. Según Fernando García, de la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería, este término hace referencia a “la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos, servicios y prácticas, con la intención de ser útiles para el incremento de la competitividad”.
Así, las entidades y las organizaciones buscan constantemente cómo ser más influyentes y atractivas para sus clientes, a la vez que crean nuevos servicios y productos para que la gente los prefiera, y de este modo, poder sobrevivir en un medio dónde solo los más proactivos e inteligentes pueden permanecer. Para esto, son muchas las personas, sobre todo en cargos administrativos, que se encuentran en un constante estado de preocupación y angustia, para poder hacer efectivas sus ideas y tener éxito comercial.
Pero de una forma paradójica, en muchos casos, aquellos que se encargan de darle vida y dinamismo a una organización, se ven con el pasar del tiempo más agotados, enfermos, huraños y muchos con ciertos vestigios de un alto estrés y tendencia a la depresión. ¿Qué pasa cuando la persona se entrega a las expectativas del medio y se olvida de sí mismo? ¿Será que hemos confundido el significado de la calidad de vida con tener y no con ser y fluir?
Hablar hoy de innovación personal, es poner en consideración que cada uno debe buscar ser la mejor versión de sí mismo, y esto implica una atención despierta y un mayor desarrollo de la conciencia. Somos el resultado de nuestros pensamientos e ideas, pero estas necesitan ser alimentadas con buenos libros, espacios de capacitación, diálogos con gente educada y momentos de un sano ocio para poder reinventarse.
Si solo haces lo que ya sabes hacer, no vas a llegar a ser más de lo que eres hoy. Urge que aprendas a innovar dentro de las diferentes áreas de tu vida; en lo personal, atreverte a descubrir nuevos talentos sin explorar, a través de una clase de pintura, de canto, de danza, de escritura. En tu relación de pareja, romper esquemas, sorprenderla con una nota de amor, una chocolatina, ir a un lugar diferente, hacer algo nunca antes hecho; en la vida familiar, convidar a los tíos y primos, hacer un karaoke, jugar monopolio, tener una excusa para encontrarse en medio de una sociedad donde hay tanto individualismo y soledad.
Y tú, ¿cómo te reinventas a diario? Te invito a que saques con frecuencia tiempos para ti, para pensar en cómo va tu vida, si estás haciendo lo que te gusta, si eres feliz; y esto requerirá también que desarrolles esa creatividad que reside en ti, como lo plantean Grinder y Bandler, creadores de la Programación Neurolingüística, ejercita tu cerebro haciendo las cosas de forma diferente: camina hacia atrás, cepíllate con la mano contraría, mira una película si sonido, entre otros. Verás no solo como te sales de la rutina, sino que podrás disfrutar más de cada momento, descubriendo tu propio camino y descubriendo en qué te diferencias.
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