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Rionegro: destino clave de la migración urbana de Medellín

  • Por: Luisa F. Giraldo

    En el municipio de Rionegro se encuentra el Valle de Sajonia, el cual se ha visto intervenido por algunos megaproyectos pensados a nivel departamental; uno de estos es el aeropuerto José María Córdova, inaugurado en 1985 por el presidente de la fecha, Belisario Betancur. Además de tener conexión directa con las vías Las Palmas, Autopista Medellín-Bogotá y Santa Elena, rutas que conducen a la ciudad de Medellín, actualmente en la zona está operando un megaproyecto pensado hace décadas: el Túnel de Oriente.

  • El Túnel de Oriente conecta al Valle de San Nicolás de una forma rápida y segura, reduciendo los tiempos de recorrido, y de esta manera se garantiza el acceso a lo que se plantea como el segundo mercado más grande del país, el del Valle de Aburrá.

    La génesis de una idea

    Antioquia, departamento rico y diverso, entre sus montañas el Valle de Aburrá, con la capital, Medellín, que si bien ha generado crecimiento y progreso, también cuenta con muchos limitantes, entre ellos el suelo. En los 60 ya se hablaba de un agotamiento del suelo capitalino, y se planteaba la idea de desembotellarlo; con esto nace también la idea del Túnel de Oriente, que hace parte del proyecto de expansión del Valle de Aburrá. Desde el año 1963 se hablaba de un megaproyecto que uniría el Valle de San Nicolás con el Valle de Aburrá. En 1985 fue la época en que más apogeo tuvo la idea de la megaobra con la inauguración del aeropuerto internacional José María Córdova.

    La migración urbana de la capital antioqueña

    Con esta problemática del suelo, la capital miró hacia otras tierras: Oriente y Occidente; estas bellas zonas no podían ser más atractivas para su expansión, para constituir la articulación entre el Valle de Aburrá, el Cauca en el Occidente y, en el Oriente, el Valle de San Nicolás. 

    Por parte del primero, las propuestas y soluciones no se hicieron esperar; sus dirigentes vieron a Rionegro como el sitio más indicado para la continuidad de su desarrollo y progreso. Es por eso que en 1966 el concejal Jacques de Bedout Villa presentó un proyecto de acuerdo con el Cabildo de Medellín, en el cual se contemplaba la inmediata construcción del Túnel Medellín-Rionegro.

    Fue esta la solución que se encontró frente a la problemática que sufría el Valle de Aburrá, un túnel que acortara el espacio y el tiempo respecto a Rionegro para seguir con su crecimiento y ofrecer una posibilidad para sus habitantes.

    Jacques de Bedout Villa tenía clara la dimensión del problema. Fue por eso por lo que el concejal invitó en su propuesta “a pensar desde ya en el Medellín del año 2000, lo cual hará inevitable y necesaria la construcción del túnel que una los valles de Medellín y Rionegro. La finalidad de dicha obra es desembotellar a Medellín hacia el Oriente”. 

    Es evidente entonces lo que representa el túnel para Medellín: una salida para sanar la emergencia que tienen los medellinenses frente al exceso de población y de industria que presenta la capital de Antioquia. 

    El megaproyecto del Túnel de Oriente toma fuerza por las características que tiene el municipio de Rionegro; así pues, esto generó el desplazamiento de una gran cantidad de habitantes del Valle de Aburrá para el Valle de San Nicolás, donde finalmente establecieron de forma indefinida sus residencias.

    Aeropuerto internacional José María Córdova, el impulsor de una idea

    En 1972 se elige el Valle de San Nicolás para construir el aeropuerto José María Córdova; la construcción de esta terminal es la apertura para pensar la ubicación del Túnel de Oriente justo en esta zona, debido al incremento vehicular y la necesidad de conectar más rápido a la capital con el aeropuerto internacional. 

    Este último fue hecho sin un plan de vías que, con el paso de los tiempos, iba a generar problemas por el tráfico vehicular. Desde 1982 se presentaba un exceso de tráfico en las vías que comunican a Medellín con Rionegro. 

    El Túnel de Oriente parecía ser la solución para estabilizar el flujo vehicular entre las dos ciudades (aunque se haya pensado antes que el aeropuerto y en condiciones diferentes, que antes se han mencionado, como es el hecho de generarle más espacio vital a Medellín).

    Esta obra lleva más de 50 años en la mente de los antioqueños, la expectativa siempre estuvo ahí y aún más en el año 1986, en la presidencia de Belisario Betancur, quien dio luz verde para la construcción del túnel; aunque finalmente esta fue una falsa ilusión como muchas en el transcurso de los años, hasta que finalmente se inició su construcción en el año 2014.

    Aeropuerto y migración urbana fueron entonces los dos principales generadores del megaproyecto Túnel de Oriente, una obra que busca solucionar una serie de problemas sociales, específicamente del Valle de Aburrá, evitando el colapso de una ciudad, la capital de Antioquia, que por su creciente construcción inmobiliaria ha tenido que girar la vista a posibles soluciones. Además, lo anterior se conjuga con la problemática de movilidad que se da a partir del aeropuerto José María Córdova.

    De las dinámicas de conexión entre los valles hace parte fundamental la construcción de la autopista Medellín–Bogotá, los embalses y el aeropuerto internacional José María Córdova; estos megaproyectos transformaron en gran medida las dinámicas del Oriente Antioqueño, constituyendo con esto un cambio de vocación, uso del suelo, relaciones sociales.

    El Oriente y especialmente Rionegro empiezan a ser receptores de habitantes; su industrialización, aunque lenta, fue cambiando su paisaje, un cambio socioespacial donde la economía cambia, se transforma y el campesino asume el rol de obrero.

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