Se ha considerado que el cáncer de colon es una enfermedad de viejos, pero estudios recientes muestran un incremento alarmante en adultos y jóvenes.
De hecho, una de las conclusiones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer fue que las personas nacidas después de 1990 tienen el doble de riesgo de padecer cáncer de colon y cuatro veces más riesgos de tener cáncer rectal que las generaciones anteriores.
Los expertos sospechan que el aumento de la incidencia de esta enfermedad tiene que ver con el incremento de la obesidad en la población joven, promovida por estilos de vida poco saludables, el sedentarismo, el consumo de carnes procesadas y una dieta baja en fibra, verduras y frutas.
El problema con esta enfermedad es que sus síntomas se pueden confundir con los de otros malestares. De hecho, un mal diagnóstico es muy común entre los jóvenes que padecen cáncer colorrectal. Esto genera una valoración tardía, cuando la patología se ha extendido y es más difícil de tratar.
Prevención
Mejorar los hábitos de vida:
La dieta es un factor determinante en este tipo de cáncer. La clave está en comer muchas frutas, verduras y aumentar el consumo de fibra para favorecer el tránsito intestinal, evitar los embutidos y disminuir el consumo de carnes rojas.
Es primordial empezar un entrenamiento cardiovascular para quemar esas calorías extras, que de otra manera se van acumulando y muy posiblemente nos llevarán a la temible obesidad, que es uno de los orígenes del cáncer colorrectal entre los jóvenes de 20 a 30 años de edad.
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