No es la única. La antigua casa esquinera ubicada entre la calle 47 y la diagonal 50C (Belchite), en el municipio de Rionegro, es apenas una de las 19 viviendas que actualmente amenazan ruina dentro del polígono de protección patrimonial del centro de la ciudad.
Aunque el avanzado deterioro de su estructura representa un peligro para los ciudadanos, este bien inmueble en particular no ha podido ser derrumbado por cuanto el Ministerio de Cultura, en razón de las leyes nacionales, ha ordenado darle prioridad a su conservación.
“Cualquier intervención en el bien, por mínimo que sea, debe ser autorizado por el Ministerio de Cultura, ya que la ley nacional obliga a los poseedores a hacer el sostenimiento patrimonial”, explicó Cristian Alejandro Ospina, subsecretario de Gestión del Riesgo de Rionegro.
Cuidar patrimonio sale muy caro
Según información conocida por MiOriente, en abril del 2017 la autoridades competentes enviaron a los dueños de la vivienda, a través de la Inspección de Policía, un informe en el que los notificaban acerca del deterioro de la misma, y la necesidad de adelantar acciones de intervención estructural que la mantuvieran en pie.
No obstante, como ocurre en la mayoría de los casos, los propietarios no cuentan con el dinero para restaurar este tipo de bienes, acción que a propósito debe desarrollarse bajo unos parámetros de conservación específicos. Así las cosas, a muchos dueños no les queda otra opción que dejarlas caer.
“Cuando una propiedad llega a este nivel de deterioro se vuelve demasiado costoso salvarla. En ese sentido, por miles de razones económicas y familiares los dueños no están en la capacidad de hacer esas intervenciones porque recuperar una vivienda de esas puede valer hasta 4 millones de pesos por metro cuadrado”, agregó Ospina.
Mientras tanto…
Las tapias de la vivienda, que está deshabitada desde hace varios años, cedieron un domingo a la madrugada. Ante el peligro que representaba (y aún representa) para los miles de transeúntes que pasan por su lado todos los días, la Alcaldía de Rionegro y los propietarios llegaron a dos acuerdos.
Entonces, la subsecretaría de Gestión del Riesgo se comprometió a gestionar una licencia de demolición ante el Ministerio de Cultura, y los propietarios, por su parte, a adelantar ciertas acciones de salvamento (instalación de barreras) para una detener la caída del muro.
Hay más casos
Meses atrás, la Alcaldía envió un comunicado a la cartera nacional exponiendo los casos de las 19 viviendas que presentan la misma problemática, y solicitando permiso para intervenirlas estructuralmente debido a que todas amenazan ruina y representan un peligro para las personas. Sin embargo, la respuesta del Ministerio fue contundente: hay que adelantar procesos de conservación.
Ante los laberintos jurídicos y las multas en que podrían incurrir los propietarios que intervengan de manera inadecuada una vivienda ubicada dentro del polígono de protección patrimonial, la Alcaldía pidió la visita urgente de un patólogo del Ministerio que evalúe cada una de las casas (la mayoría de las cuales no cuenta ya con valor patrimonial alguno, e incluso tiene edificios nuevos a los lados), y de esta manera obtener un criterio distinto desde Bogotá.
Se espera que el patólogo pueda hacer la visita a Rionegro antes de finalizar octubre. Por lo pronto, la subsecretaría de Gestión del Riesgo continúa abriendo procesos de inspección urbanística para garantizar la conservación –en la medida de las posibilidades- de los bienes, puesto que algunos dueños han tomado acciones como el derribamiento de los tejados para hacer que las tapias se caigan con mayor facilidad y así disponer del predio.