El Oriente debe convertirse en ejemplo de articulación territorial, dice Camilo Botero, alcalde de El Retiro y anfitrión del Encuentro de alcaldes del Oriente Antioqueño por la paz y el posconflicto que se llevará a cabo el 12 y 13 de febrero con la participación de los mandatarios de la región y representantes de la sociedad civil, del sector público y privado, así como del estado departamental.
En diálogo con MiOriente.com Botero dejó entrever que tienen algunas ideas para el posconflicto en la región, una vez gobierno y Farc firmen el fin del conflicto armado, pero también evidencia que está todo por construirse, por ello se organiza este encuentro en el que se dialogará, entre otros temas, de medioambiente y desarrollo rural, derechos humanos, seguridad ciudadana y asociatividad regional.
Los alcaldes del posconflicto se preparan para uno de los momentos más importantes y complejos en la historia del país.
Juan Camilo Gallego ¿De dónde surge la idea de hacer este encuentro?
Camilo Botero: A ver, es la idea de dirigentes, alcaldes, de la necesidad y la importancia y la oportunidad de poner un tema nacional en la agenda regional. Es un tema de todo el interés de la región, de los dirigentes públicos y privados, de las instituciones como también de las personas.
J.C.G. ¿De qué manera se debe preparar el Oriente antes de la firma del fin del conflicto armado?
C.B. Realmente no sabemos cuándo se firme, pero una transformación que debemos hacer es en el trabajo articulado, que las instituciones asumamos responsabilidades solidarias, en el sentido de que no nos fijemos solo en nuestras parcelas, nuestros territorios, sino que podamos mirar mucho más allá para poder compartir recursos y capacidades como conocimientos, facilitar la inclusión, la articulación. Porque el tema de conflicto se da por la inequidad, por la injusticia. Tenemos mucho que construir y proteger, como recursos naturales, oportunidades de desarrollo, el acceso a oportunidades de educación, de acceso a agua potable en zonas rurales y la conectividad de municipios y comunidades.
J.C.G. ¿Cuál es la propuesta territorial de los alcaldes para implementar los acuerdos de La Habana en la región?
C.B. A nivel territorial no hemos profundizado en los acuerdos, sin embargo sí se han tocado los temas con diferentes organizaciones porque misionalmente sí velan por algunos de los temas: como son reparación de víctimas, justicia transicional. De momento a nivel territorial estamos muy interesados a disponernos a nivel cultural, a nivel social, transformar nuestro pensamiento y aprovechar las oportunidades que se vienen. Por ejemplo, cuando podemos con mayor determinación aprovechar la ruralidad; por ejemplo, habrá más posibilidades de inversión pública en la medida que estemos más concentrados en el desarrollo y las oportunidades. De pronto bajemos inversión en temas como hostigamiento, en conflicto, eso nos quita tiempo, tranquilidad, eso agota recursos. La oportunidad inicial es que nos libera una cantidad de tiempos y de acciones para poder construir en el territorio.
J.C.G. ¿Han pensado en posibles cambios institucionales que se pueden impulsar para implementar los acuerdos, por ejemplo nuevas secretarías o un fondo regional para el posconflicto?
C.B. En la medida que vamos evolucionando se van requiriendo nuestras estructuras institucionales. A nivel de la gobernación y la nación se han creado las dependencias a nivel directivo para administrar y para gestionar ese tema. A nivel local o regional tenemos que aprovechar las instituciones que ya están creadas para fortalecerlas. Un tema muy importante es cómo generamos instrumentos regionales para poder abordar los temas de desarrollo y el tema de fondo regional. Importante esa inquietud, para que en un momento podamos conformar un fondo regional con la participación de la nación, para que con esos recursos podamos atender especialmente a las personas que han padecido las consecuencias de un conflicto y generalmente ha tenido un impacto en su desarrollo; para facilitar por ejemplo temas de acceso al crédito, acceso a educación, a vías, a conectividad. Un fondo en ese sentido sería bien importante desde el punto de vista de facilitar el desarrollo para complementarlo con los instrumentos nacionales en temas de restitución de tierras, reparación de víctimas y demás.
J.C.G. ¿Cómo aporta el Oriente a este posacuerdo, teniendo en cuenta que ya no hay una presencia fuerte de los actores armados que en su momento estaban en toda la región?
C.B. A lo mejor lo que puede aportar el Oriente es el modelo de desarrollo. Primero: documentar, presentar y visibilizar las diferentes experiencias colectivas que ha habido. O sea, por ejemplo, temas de retorno en el caso San Carlos y de beneficios para familias que han sufrido consecuencias del conflicto. Lo segundo que puede mostrar el Oriente es un ejemplo de articulación territorial, institucional, donde haya también espacios de convergencia, de diálogo entre la sociedad, el gobierno, la empresa. Es mostrar que sí se puede para empezar a mostrar y generar pensamientos ya de futuro, sentimiento de esperanza, de sueños, de que realmente la sociedad la podemos construir nosotros mismos a partir de nuestras realidades; desprendernos de las secuelas que nos ha dejado el conflicto en su momento, que no hemos aprovechado al máximo nuestros recursos naturales para que haya mayor dinámica económica, mayor conectividad y mejor calidad de vida de todas las personas.
J.C.G. Además de las transformaciones sociales y económicas que requiere el territorio, en aras de que el estado obtenga más soberanía y legitimidad, ¿no cree que un punto necesario es hacer una transformación cultural? ¿Se pensó en la transformación de la cultura -permeada por la guerra y el narcotráfico- como tema a discutirse en el encuentro de alcaldes?
C.B. Un tema demasiado importante, porque realmente la transformación se puede dar, primero que todo, a partir de la solidez de las instituciones, instituciones compuestas por personas, a partir de lo que pensamos, a partir de desarrollar y vivir valores como la solidaridad, la justicia. El tema cultural es fundamental, que las nuevas generaciones vean en la educación y la cultura el mejor instrumento y el mejor camino para el desarrollo, porque indudablemente tuvimos dificultades en la violencia y nos influyeron de manera negativa en lo cultural: una cultura mafiosa. El desencadenamiento de bandas y demás. Realmente para eso está la educación y la institucionalidad.
C.G. ¿Y la memoria estará en la discusión?
C.B. Esa es una de las propuestas que tenemos y es que hagamos un levantamiento de la memoria, de lo que ha sido el conflicto en el Oriente antioqueño. Tenemos mucha referencia verbal, casuística, mucho relato, pero qué tan bueno documentar, sistematizar la memoria de lo que ha pasado y el conocimiento de cómo hemos abordado los momentos duros de nuestra región.
C.G. ¿Qué pretenden lograr con el documento unificado como resultado del Encuentro?
C.B. La idea es que sea una hoja de ruta, un acuerdo de voluntades para establecer gestiones, articulación, y para empezar a generar ejemplos de desarrollo a partir de la articulación regional. En algún momento será modelo de referencia para otros departamentos y el país.
C.G. ¿Por qué la mayoría de alcaldes y alcaldesas electos en las últimas elecciones no tuvieron el tema de la paz y el posacuerdo en sus campañas políticas? ¿No era un tema taquillero?
C.B. Eso.. ya… Es un tema que realmente... O sea… en la medida que no se vayan viendo avances a nivel de la Mesa nacional… en campaña había mucha duda de qué pasaba en estos acuerdos. Había avances importantes pero faltaba mucho camino por recorrer. Entonces se volvió un tema con poca certeza, con poca solidez. En los últimos meses se han tenido pasos muy importantes. Cada vez este proceso es más sólido, más fuerte y muy necesario para las agendas institucionales.
* Juan Camilo Gallego Castro (@jcamilogallego) es autor del libro Con el miedo esculpido en la piel. Crónicas de la violencia en el corregimiento La Danta, proyecto ganador en crónica de la Primera Convocatoria de Estímulo al Talento Creativo-Antioquia 2012. También es periodista, especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Universidad de Antioquia y estudiante de la maestría en Ciencia Política del mismo centro universitario