El del pasado 28 de noviembre fue un evento realmente reparador. Varios exguerrilleros de las extintas FARC viajaron hasta el municipio de Sonsón para pedirle perdón a las víctimas del conflicto de los cuatro municipios de la zona Páramo. Los excombatientes reconocieron los secuestros, las tomas guerrilleras y el reclutamiento que efectuaron en el Oriente Antioqueño durante la época de la violencia.
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Los hechos que motivaron este encuentro, mismo que hace parte de los Diálogos de la Verdad para la Reconciliación del Oriente Antioqueño que la Comisión de la Verdad acompaña desde junio de este año, fueron cometidos por los frentes 47, Noveno y Furja de las entonces FARC en los territorios de Sonsón, Argelia, Nariño y Abejorral.
Por su conexión con Caldas y el Magdalena Medio, el Oriente Antioqueño fue uno de los territorios más golpeados por el conflicto armado en Antioquia.
“Se nos arruga el corazón y nos duele más el alma el comprobar que muchas de las cosas que ustedes dicen las cometimos nosotros. Esta guerra nos llevó a unas situaciones incomprensibles. Venimos aquí a ofrecer perdón por el dolor que causó nuestra organización”, dijo Jesús Mario Arenas (Marcos), excomandante del entonces Frente Urbano Jacobo Arenas (Furja) de esa guerrilla y firmante del Proceso de Paz.
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Los exguerrilleros reconocieron especialmente su responsabilidad por el secuestro indiscriminado de personas y las pescas milagrosas efectuadas en Guayaquil (Sonsón), así como por las tomas guerrilleras contra el municipio de Nariño, en especial la de 1999.
“A los argelinos les decimos que sí tuvimos menores de edad en nuestras filas. Su ingreso a la organización privó a sus familias de los afectos del hogar, de su educación, de su trabajo en sus parcelas. Sabemos que en Argelia hay madres buscando a sus hijos, y nos comprometemos a ayudar a ubicar restos para entregarlos a sus seres queridos”, agregó Arenas.
Según el Registro Único de Víctimas, la zona Páramo tiene 84.261 víctimas distribuidas así: 11.321 en Abejorral, 24.125 en Argelia, 27.676 en Sonsón y 21.139 en Nariño.
El excomandante del entonces Frente Urbano Jacobo Arenas indicó que la organización no tuvo mayor injerencia en Abejorral, pero se comprometió a aclarar los hechos de los que, para las víctimas, esta guerrilla haya sido responsable.
Fredy Orozco, representante de las víctimas de Nariño; Orlando Medina, alcalde de Nariño durante la toma guerrillera de 1999; Gloria Serna, presidenta de Asocomunal de Sonsón; Sorany López, víctima y líder comunitaria de Argelia y Blanca Nelly González, promotora de Vida y Salud Mental de Abejorral, también intervinieron.
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“La toma guerrillera terminó 36 horas después, cuando la policía se quedó sin munición, situación que la guerrilla aprovechó para entrar al comando y someter a los hombres que allí se encontraban (…) A partir de ese momento, el municipio permaneció doce meses bajo el control absoluto de las FARC, lo que hizo que los pobladores fueran estigmatizados como guerrilleros”, narró Orozco.
Este encuentro estuvo precedido por una serie de entrevistas, talleres y trabajos de campo con cerca de 70 víctimas, representantes de las autoridades locales y excombatientes.
Finalmente, Pastor Alape, delegado ante el Consejo Nacional de Reincorporación, pidió perdón “por los miedos, las angustias, los dolores y las pérdidas humanas y materiales que les causamos, al reducir este territorio a las lógicas propias de la confrontación militar, es decir, de amigos y enemigos, enceguecidos por el miedo, la rabia, el odio y las dinámicas del control territorial”.
Aquí una de las intervenciones de los excombatientes: