“Estamos trabajando a pérdida”: esa es seguramente una frase que los transportadores han repetido infinidad de veces durante los últimos meses. La crisis económica, el teletrabajo y las directrices entregadas por el Gobierno Nacional para que los buses no superen de ningún modo el aforo del 50%, han puesto en jaque a un gremio que hace parte del día a día de los ciudadanos.
Múltiples dificultades
Pedro Pablo Zapata, director ejecutivo de la Asociación de Transportadores del Oriente Antioqueño (Asetroa), indicó a MiOriente que para que un vehículo alcance el cierre financiero tendría que operar con el 80% de la capacidad, hecho que no ha sido posible teniendo en cuenta que las restricciones impuestas por los ministerios de Salud y el Interior.
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“Por los rebrotes ha sido imposible que el gobierno ceda a incrementar esas capacidades de los transportadores. Se han buscado alternativas como el descuento de los peajes para el servicio público intermunicipal, pero las concesiones y el Invías dicen que no había forma de darnos esos beneficios en razón a que ellos también tenían pérdidas por más de 180 mil millones de pesos”, dijo Zapata.
Y es que el cada vez más común teletrabajo ha influido también en la disminución de la demanda del servicio, pues las personas están saliendo de casa solo para desarrollar las actividades estrictamente necesarias; ese fenómeno, ligado a la caída abrupta del sector turístico, dejan enormes problemas financieros para las empresas de transporte.
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“Todos esos factores han influido para que la población utilice poco el servicio público. La verdad no sé hasta dónde vamos a aguantar, pues para nadie es un secreto que a más de una compañía la están vendiendo porque ya no están generando ni siquiera costos operativos”, agregó el Director Ejecutivo.
¿Qué decir de las quejas por sobrecupos?
Pedro Pablo sugirió que el sector en general no está de acuerdo con que eventualmente se presenten sobrecupos en los vehículos, y que esos caso no siempre pueden ser controlados por medio de cámaras de seguridad para tomar correctivos.
No obstante, aclaró que muchas veces hay grupos grandes de personas que abordan las busetas porque son de un mismo núcleo familiar, lo que no implica un riesgo mayor de contagio del COVID-19.
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“¿Qué hay que hacer con los usuarios? Cumplir los protocolos: que la gente utilice las mascarillas y la toma de temperatura, aunque los registros son un poco subjetivos. Hay ciudadanos que no entregan su número de cédula, y tienen todo el derecho porque son datos personales”, señaló el representante de Asetroa.
El reto que tienen los transportadores es, por eso, en encontrar un equilibrio que les permita, por un lado, controlar el aforo en los vehículos, y, por el otro, captar ganancias que cubran los costos operativos. Solo así podrían evitar que las empresas se declaren en quiebra.
¿Y los ciudadanos irresponsables?
Algunos usuarios se han quejado porque los conductores recogen en el camino a personas que utilizan el servicio sin tapabocas, ante lo cual Asetroa recomendó tener siempre provisión de mascarillas y gel antibacterial en los vehículos.
“Si el usuario no tiene tapabocas no se puede subir, o se le vende el tapabocas. Que se someta a los protocolos. De lo contrario, no se puede recoger a efectos de cuidar a la población, porque esto va para largo”, afirmó Pedro Pablo.
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Por último, reconociendo el alivio económico que ha significado para el gremio los subsidios otorgados por el Gobierno Nacional para el pago de los salarios mínimos y las primas de mitad de año, Asetroa pone de manifiesto la enorme incertidumbre sobre las afectaciones que pueda traer la dinámica del país a futuro.
