Ocurrió el pasado viernes 28 de agosto a las 2 a.m., cuando un grupo de por lo menos 16 asaltantes abordaron simultáneamente las dos porterías de la urbanización Gualanday de Rionegro.
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Según narraron los vigilantes, los delincuentes se hicieron pasar al principio por miembros de la Policía y la Sijín de la Fiscalía General de la Nación -de hecho iban vestidos como tal-, arguyendo que se encontraban allí para adelantar, supuestamente, un operativo en la unidad para atrapar a unos ladrones.
Pero los ladrones eran ellos. Cuando vieron la oportunidad, amordazaron a los vigilantes, los ataron de pies y manos y los encerraron en los baños de ambas porterías. Entonces, revelaron su verdadero propósito diciendo que eran una banda delincuencial organizada que tenía un objetivo específico: robar una vivienda en particular.
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Franck Jiménez, presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos de la Urbanización Gualanday, explicó que los ladrones amenazaron a los vigilantes con matarlos si oponían resistencia.
“Se dirigieron a la casa de una vecina y la robaron en el transcurso de una hora. La vecina había logrado llamar a una hermana que vive en La Ceja. La hermana vino a la casa pero encontró a los miembros de la familia amarrados. Entonces los desataron, vinieron a la portería a poner la queja pero también encontraron a los porteros atados; ellos mismos los desataron”, narró Jiménez.
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En la casa a la que se dirigieron los delincuentes había dos personas. Sobre la cuantía del robo y otras razones, los vecinos no entregaron mayores detalles, pues, a propósito, los ladrones también se llevaron los equipos del circuito cerrado de televisión, celulares y computadores para que no quedara ninguna evidencia.
El secretario de Gobierno de Rionegro, Carlos Andrés García, indicó por su parte que, hasta el momento, no hay más detalles sobre el suceso. “La investigación se está adelantando por parte del CTI”, dijo. Por fortuna, ni los dueños de la casa ni los vigilantes de Gualanday resultaron con heridas de consideración.
