Yefersson García, un joven rionegrero, decidió convertir un sueño en realidad al recorrer 13 países de Sudamérica en moto, acompañado de su inseparable compañera: su perrita Frula. Juntos enfrentaron desafíos, descubrieron paisajes inolvidables y vivieron momentos únicos que reflejan la conexión especial entre humano y mascota.

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  • Todo comenzó en Semana Santa, cuando Yefersson realizó un viaje de 12 días hasta Ecuador: “Esa experiencia me hizo querer más. Al regresar, me di cuenta de que quería recorrer más lugares, así que preparé la moto y adecué una cajita para Frula, asegurándome de que estuviera cómoda y protegida del frío y el calor”. Yefersson decidió llevársela porque él la extrañó mucho y ella estaba muy feliz de verlo luego de un par de semanas sin verse, “me desgarró ver la forma en que me recibió”.

    El gran viaje inició el 28 de abril de 2024, saliendo de Rionegro a las 5:30 a. m. En su primer día, llegaron a Cali, y poco después cruzaron la frontera hacia Ecuador, un destino ya conocido por Yefersson.

    Sin embargo, la verdadera aventura comenzó en Perú, donde recorrieron la impresionante cordillera de Huascarán, alcanzando más de 4 200 metros sobre el nivel del mar. “Los paisajes eran mágicos, y la gente nos saludaba y apoyaba. Fue una experiencia inolvidable”.

    El viaje no estuvo exento de desafíos. Durante un tramo, Yefersson tuvo que regresar a Colombia por motivos laborales, dejando a Frula y la moto en Perú bajo el cuidado de un amigo. El reencuentro, 22 días después, estuvo cargado de emoción: Ella lloraba de alegría al verme; nunca había sentido algo tan especial”.

    Aventura y hospitalidad por Sudamérica

    De Perú continuaron hacia Bolivia, donde los paisajes deslumbraron al joven viajero. Después, cruzaron a Argentina, recorriendo provincias como Salta, Jujuy, Mendoza y Córdoba. En Buenos Aires, la acogida de amigos colombianos dejó una huella imborrable: “La gente se maravillaba al vernos, no podían creer que habíamos llegado tan lejos en moto, con Frula a bordo”.

    El paso por Chile y Uruguay fue breve, pero especial. En Brasil, el recorrido se extendió, disfrutando de la calidez y diversidad cultural del país. Paraguay fue otro destino donde la pareja de aventureros dejó huella, aunque el trayecto fue rápido.

    El paso por Guyana Francesa: Una breve aventura en territorio europeo

    “En la pequeña colonia francesa de Guyana Francesa, nuestra estadía fue breve, apenas cuatro días, pero intensa. Aunque enfrentamos el desafortunado decomiso del dron, la experiencia de recorrer este territorio fue única. Guyana Francesa, poco conocida por muchos, representa un pedacito de Francia en medio de Sudamérica y ofrece un paisaje y una cultura que pocos han tenido la oportunidad de explorar”, relató Yefersson García.

    Surinam: Un cruce de culturas y religiones

    Continuando el relato, en entrevista con MiOriente, “De Guyana Francesa nos dirigimos a Surinam, un país con una fascinante mezcla de influencias holandesas y orientales. En este pequeño territorio se respira una rica diversidad cultural, donde el budismo y otras religiones orientales tienen una presencia destacada. Su herencia colonial y sus vibrantes tradiciones hacen de Surinam un lugar único en Sudamérica”.

    Venezuela: Hospitalidad en medio de la adversidad

    “Nuestra última etapa fue Venezuela, un país que nos recibió con una calidez y alegría que nos conmovieron profundamente. A pesar de las dificultades económicas y sociales que enfrentan, los venezolanos nos brindaron apoyo y amabilidad en cada lugar que visitamos. La riqueza de su gente y la belleza de sus paisajes hacen de Venezuela un destino al que, sin duda, esperamos regresar algún día”, contó Yefersson.

    Un viaje lleno de aprendizajes y conexión

    Para Yefersson, el viaje no solo fue una exploración geográfica, sino también emocional. “Frula y yo vivimos algo único. Ella siempre estuvo conmigo, su compañía me dio fuerzas en los momentos difíciles, y su entusiasmo contagió a quienes conocimos en el camino”.

    El recorrido por 13 países sudamericanos dejó recuerdos inolvidables y enseñanzas valiosas para este joven rionegrero, quien demostró que los sueños pueden convertirse en realidad con determinación, amor por la aventura y el mejor de los compañeros a bordo.