En un acto de reconciliación realizado en el corregimiento de El Aro, municipio de Ituango, donde 52 familias víctimas de la masacre recibieron títulos de propiedad, el presidente Gustavo Petro ha ordenado la realización de importantes obras en el corregimiento.

Durante la ceremonia, Petro expresó: “La carretera, el centro de salud, la escuela, la vía y el acueducto deben ser una prioridad. Si es necesario hacerlo con las Fuerzas Militares, que así sea; es un acto de paz”.

    • El mandatario enfatizó que la reconciliación requiere del compromiso del Estado para reparar las condiciones de vida de las víctimas y sus descendientes. Destacó que las obras no podrán devolver a las víctimas lo que perdieron, pero sí mejorarán su calidad de vida.

    Petro recordó que el Estado colombiano debe pedir perdón por la masacre de El Aro, subrayando que en su época el Estado fue cómplice del crimen. Aseguró que la presencia de helicópteros oficiales y la ausencia de intervención para prevenir la masacre constituyen una forma de complicidad.

    El Estado colombiano debe pedir perdón, porque el Estado fue cómplice de la masacre,

    afirmó el presidente, criticando la mirada que valoraba más una vaca que una vida humana.

    Petro concluyó con la esperanza de que el Estado ahora se alinee con las víctimas y no con los victimarios, buscando una verdadera reparación y justicia para las comunidades afectadas.

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