Julián Esteban Villegas González es un rionegrero que, en el marco del reciente Paro Nacional, decidió sumarse a las manifestaciones que se han venido realizando en diferentes lugares del territorio nacional desde el pasado 28 de abril.
Pero la convicción de lucha, amor y arraigo por Colombia no le permitió a Julián quedarse marchando solo por las calles de Rionegro, su municipio, por lo que decidió, sobre las 2 de la tarde de ese 28 de abril, movilizarse por distintas ciudades y municipalidades del país.
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Ya están por cumplirse 15 días desde que decidió emprender esta travesía y, hasta el momento, persiste en la misma meta y con igual entrega, como desde el primer día; él espera, tras su llegada a Bogotá, poder hablarle al presidente Iván Duque sobre la realidad del país. Según él, esta realidad fue la que lo llevó a querer hacer su manifestación de una manera muy diferente, pues dice que nunca habrá necesidad de acabar con las ciudades o generar desorden público cuando existen otras alternativas distintas a los actos vandálicos.
"El motivo de mi protesta es preguntarle al Presidente que si él conoce en qué país está, que si el conoce de verdad Colombia, porque somos un país muy biodiverso que no está siendo bien aprovechado, donde se roban los recursos y no se invierten en problemáticas verdaderas, como el hambre que atraviesa la gente en la Guajira, y de la cual muchos se están muriendo", manifestó Julián Esteban Villegas.
En la primera parte de este viaje titánico, Julián se valió en algunos momentos de medios de transporte para poder llegar a la zona del Chocó, del Valle del Cauca, Caldas, Risaralda, Boyacá, Norte de Santander, Ibagué y Neiva, donde finalmente arribó al municipio de Acevedo en el suroriente del Huila.
Para el sábado 8 de mayo, viendo la situación de las manifestaciones que aún se viven en el país, Julián decidió emprender una segunda parte en esta travesía, por lo que de manera pacífica determinó hacer una ruta de 500 kilómetros desde Pitalito (Huila) hasta Bogotá; trotando solamente, y cuando ya siente que la fatiga no lo deja avanzar, continúa paso a paso su rumbo.
La segunda etapa que este rionegrero se encuentra realizando, entre Pitalito y Bogotá, tiene una duración de cerca de 10 horas en vehículo particular, pero a Julián le costaría aproximadamente cuatro días llegar.
Este ciudadano se dedica habitualmente a las labores de floricultura, pero antes de salir a realizar este viaje renunció a su trabajo, llevándose algunos ahorros y con la confianza de que un conocido le enviaría un dinero que le debía, pero no ha sido suficiente, así que ha tenido que depender de la buena voluntad de personas que se ha encontrado en el camino.
"En este momento ya pasé Neiva, y las personas de las protestas pasan y me dan cualquier cosita o agua, pero en la única parte que me dieron comida fue ayer a las cuatro de la mañana, me dieron dos tamales", expresó Julián, al narrar las inclemencias de este viaje.
Él también ha sido un destacado deportista, ha logrado ocupar los primeros puestos en competencias locales y departamentales como atleta, práctica que ha significado una ventaja para aguantar lo que para muchos pareciera una interminable caminata.
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Al momento de poder hablar con el presidente Duque, lo primero que le diría, según su testimonio, es que "acá llegó un vándalo, porque hoy en día todos los que salen a protestar son vándalos para usted, a pesar de ser un hombre humilde y trabajador; un campesino que hoy lleva una bandera atada al cuello con el sudor de cientos de colombianos que trabajan a diario por un sueldo que no les alcanza para nada. Usted nos pintó un mundo de colores hermoso y qué cumplió".
Julián Esteban Villegas espera reunirse con el Presidente de la República; es un digno ejemplo de una persona que siente empatía por su patria y que, como muchos, quisiera mayores oportunidades e igualdad para los colombianos.
