La pequeña Sara Restrepo Manrique tenía 12 años de edad y estudiaba en la institución educativa Técnico Industrial Simona Duque de Marinilla. Personas que la conocieron cuentan que su vida se concentraba en dos lugares: el colegio y su casa.
Fue así hasta el fatídico viernes 13 de octubre, cuando en un paseo con su familia fue arrastrada por una creciente súbita en el río Tafetanes de Granada. Mientras se bañaban en esas aguas, la menor desapareció y su cuerpo fue hallado apenas este domingo, más de 24 horas después de que se perdiera su rastro.
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A la pequeña Sara la buscaron, primero, con el apoyo del cuerpo de bomberos de Granada, que el sábado suspendió las labores por el riesgo que representaba para los voluntarios sumergirse en el río.
Después, fue la misma comunidad, un grupo de decenas de personas, más su propia familia, quienes la encontraron tras desviar el cauce en un tramo del río Tafetanes.
Tras el hallazgo, autoridades hicieron el levantamiento del cuerpo, con lo que se dio fin a la incertidumbre de la familia marinilla, que a la vez comienza a vivir el luto por la pérdida de un ser que apenas empezaba a vivir.
Esta tarde se conoció, a propósito, el pronunciamiento del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, quien manifestó su solidaridad con la familia de la niña.
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El mandatario también exhortó a todos los antioqueños a tener precaución al visitar ríos y quebradas en esta temporada de lluvias, esperando que no se presenten más tragedias como la que esta semana apagó la vida de la pequeña Sara.
