El pasado mes de marzo se conocieron las 17 curules de la Cámara de Representantes por Antioquia: una de ellas pertenece a Felipe Jiménez, de 31 años, ciudadano que tiene raíces santuarianas; hijo del excongresista Pedro Jiménez.
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Agradezco la bendición de contar con una familia que me ha apoyado en este camino con el ejemplo, y contar con un coequipero con quien compartimos valores y propósitos
expresó el congresista tras la posesión.
Previamente, Jiménez ya había expresado en sus redes sociales lo siguiente: “Aquí comienza un periodo soñado y que ahora estará marcado por las acciones para responderle a los antioqueños y a la construcción de un mejor país para todos. Seremos la opción que construya y defienda la democracia”.
Desde la campaña, el hoy representante había anunciado que se enfocaría en la sensibilización de las personas, pues aseguró que “es importante generar conciencia de lo común que es sufrir una enfermedad mental, y sobre todo tras la pandemia por COVID-19 se dispararon las enfermedades mentales, específicamente en temas de suicidio y depresión, por lo que hay que hacer una política pública de prevención del suicidio”, dijo.
Jiménez es abogado de la Universidad EAFIT, especialista en Derecho Público y magíster en Gobierno y Políticas Públicas de la misma universidad. Además, es apasionado por el ciclismo y resalta que estos son los tres valores que más lo identifican: disciplina, convicción y amor por su tierra.