Diferentes textos, artículos y libros, hablan de la importancia de saber priorizar; es decir, ser conscientes de los aspectos más importantes de nuestra vida y darles el lugar que se merecen. El trajín del día a día, las múltiples ocupaciones, y el afán de sobrevivir, nos llevan a olvidarnos del cuidado del cuerpo, que es en últimas, el único vehículo que tenemos para estar presentes.
La alimentación saludable es un buen paso para cuidar nuestro cuerpo y prevenir enfermedades, por eso hemos conversado con el Dr. Fredy Quintero, gineco-oncólogo de la Unidad Funcional del Cáncer de la Clínica Somer, quien nos habla de los alimentos que pueden ocasionar diferentes tipos de cáncer.
“Existe un grupo de alimentos que pueden ayudar a prevenir el cáncer; por ejemplo el alto consumo de crucíferas, como lo son el repollo, el brócoli, la coliflor, la col china, entre otras, pueden reducir la posibilidad de presentar cáncer de colon hasta en un 18%; además, hay estudios que nos muestran que también pueden tener impacto sobre el cáncer de pulmón o el de estómago” menciona Quintero.
Diferentes estudios relacionan la zanahoria con menores probabilidades de sufrir cáncer de mama; además, el tomate puede disminuir el riesgo de presentar cáncer de estómago hasta en un 27%. Los frutos rojos como la fresa y la frambuesa tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que ayuda a disminuir el riesgo del cáncer en general.
Otros alimentos que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de sufrir cáncer de colon son los cereales integrales debido a que ayudan a mejorar el tránsito intestinal. También contamos con otros alimentos que son fuentes de proteína como los huevos, los productos lácteos, las nueces, los fríjoles, entre otros, pues son necesarios para la reparación de los tejidos y la salud muscular.
El Gineco-oncólogo de la Clínica Somer también menciona algunos alimentos que según la literatura médica pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer. Algunos de estos son las carnes rojas, los alimentos procesados, el atún rojo y el pez espada; estos últimos tienen mayor contaminación con mercurio y dioxinas, por lo que no es aconsejable consumirlos en grandes cantidades. Los alimentos ahumados o quemados también son un riesgo para desarrollar cáncer gástrico.
Las grasas también cumplen un papel importante dentro de la nutrición, ya que son una fuente de energía para el cuerpo: ayudan a transportar algunas vitaminas y a la síntesis de algunas hormonas. Es ideal que las grasas sean monoinsaturadas, un ejemplo de ellas son el aceite de oliva o el de maní; y poliinsaturadas como los aceites vegetales.
Los carbohidratos son una fuente importante de energía. Las mejores fuentes de carbohidratos son las frutas, las verduras y los granos enteros como la quínoa, el arroz o el trigo integral, entre otros.
Alimentarse bien es un asunto de amor propio y debe ser una prioridad para todos. El organismo es nuestro vehículo para estar presentes, y sin salud, difícilmente podremos cumplir nuestras metas. Por eso la invitación es a ser conscientes desde ya a la hora de comer, y filtrar bien lo que le puede convenir o no a nuestro organismo.