Con el sabor de las fresas con crema, 'Caliche' le ha endulzado la boca a J Balvin, Greeicy Rendón, Mike Bahía y Álvaro Uribe; ¿a usted también?
Desde hace 18 años, Carlos Mario Ocampo, conocido como 'Caliche', les ofrece a los transeúntes que se movilizan por el sector de la glorieta de El Tablazo – Llanogrande – Aeropuerto JMC, fresas con crema, el producto con el que crio a su familia y con el que hoy -entre otras cosas, gracias al crecimiento de su negocio- ayuda al sostenimiento de cinco hogares.
Son muchas las personas que se detienen a comprar las fresas, todas atraídas por el secreto mágico: la crema que baña a la fruta, una receta que se mantiene en la intimidad de su hogar. Para Sophía Bedoya, clienta de 'Caliche', es “la mejor crema que he podido probar. Cada vez que uno pasa por allá debe comprar las fresas con crema”, dijo.
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El inicio
'Caliche' nació en Buriticá, un municipio ubicado en el Occidente de Antioquia, y a muy corta edad se trasladó a Medellín. Por las cosas del destino, a sus 24 años llegó a Rionegro, después de separarse de la madre de sus hijos, a quienes trajo al Oriente, con la responsabilidad de sostenerlos y educarlos.
En esa tarea, agarró cuatro baldes llenos de fresas y empezó a venderlas por las calles de El Porvenir, en Rionegro. Un día, a eso de las cuatro de la tarde, le faltaban 40 kilos por entregar y se fue en un bus hacia El Tablazo: a las seis ya le habían comprado todo.
Desde ese momento puso el puesto de venta de fresas a la altura de la glorieta de El Tablazo, que comunica directamente con Llanogrande y el Aeropuerto José María Córdova. En un principio le negaron la posibilidad de emprender en ese sitio porque, según la Policía, la seguridad de alguno de los habitantes de la zona se podría ver comprometida. Sin embargo, tras insistir por varios meses, recibió el permiso.
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El secreto del éxito
Hasta ese momento solo vendía fresas, pero después de un experimento logró incorporarles una crema a las frutas. “Un día me surgió la idea de colocarle cremita a las fresas y empecé a ensayar. Tras varios intentos, logré la fórmula y la calidad que quería que tuvieran las fresas, y a la gente le gustó”.
Uno de sus primeros clientes fue J Balvin. “Él estaba haciendo su casa por acá, pasó y me compró las fresas y me dijo que le había gustado bastante la crema. Siguió pasando. Siempre me saludaba: ¡Hola, Caliche!”, cuenta.
Reconoce que el cantante impulsó su negocio, pues empezaron a llegar más personas al puesto de ventas. Pasaron Mike Bahía y Greeicy Rendón, luego Kevin Roldán e, incluso, Álvaro Uribe.
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La pandemia
Las restricciones a causa de la pandemia generada por el COVID-19 obligaron a 'Caliche' a cerrar su negocio por cinco meses. Con sus ahorros, se sostuvo y ayudó a las cinco trabajadoras que lo acompañan todos los días de la semana en las orillas de la carretera.
Cuando volvió, aumentó la lista de venta, pues los transeúntes ya podían encontrar “fresas con crema con adición de queso, guanábana y durazno. A la gente le encanta eso”, narra 'Caliche'.
Debido a la contingencia también aumentó los cuidados en la entrega del producto, por eso invita a las personas que pasan por el sitio a que prueben las fresas “con la mejor crema del Oriente”. En el futuro, con la ayuda de su clientela, afirma 'Caliche', podrá abrir un nuevo puesto de venta para crecer con su negocio y, de paso, poderle ofrecer empleo a personas que lo necesiten.
