El 18 de diciembre de 2020, a las 2:25 a. m., fue hallado sin vida en la ladera del río Negro -y con signos de violencia- el cuerpo de la niña Sofía Cadavid, de 18 meses, quien se encontraba desaparecida desde las horas de la tarde del jueves 17 de diciembre.
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Inicialmente, los familiares trataban de ubicar a la menor y al padre. Este último apareció cerca de las nueve de la noche y, en ese momento, “presentaba síntomas de desorientación y fue llevado a un centro asistencial”, dijeron las autoridades.
Posteriormente, y tras haber recibido el alta médica, Diego Cadavid, el padre de la menor, fue dejado bajo custodia de la Policía. Luego de las indagaciones adelantadas por los investigadores judiciales, los uniformados, por indicaciones del mismo progenitor de Sofía, lograron ubicar el cuerpo de la niña cerca a la séptima etapa del barrio El Porvenir de Rionegro.
Allí, la Policía informó a los familiares sobre el trágico desenlace de la búsqueda y se adelantaron los actos urgentes para iniciar con el trámite de la investigación.
Fue así como luego de varios meses Medicina Legal estableció que la niña había sido drogada y asesinada por asfixia mecánica y un golpe en la cabeza.
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A partir de ese momento, miles de personas, desde diferentes sectores, rechazaron el funesto hecho, el cual ha sido calificado como atroz: por eso piden que la sentencia del fallo que se conocerá este miércoles 16 de febrero, en la tarde, sea condenatorio.
