El 29 de mayo, justo un día después de que el Consejo de Estado hiciera pública la suspensión provisional de la licencia ambiental del proyecto hidroeléctrico Porvenir II sobre el río Samaná Norte, la empresa Celsia, filial del Grupo Argos y encargada de la ejecución de la represa, entregó al órgano que emitió la decisión la apelación a la misma.
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Según la apelación del recurso interpuesta por Celsia, “Porvenir II acata la mencionada decisión del Consejo de Estado; sin embargo, dado que contra ella existe una instancia de apelación, ha interpuesto el recurso procedente para continuar con la viabilidad del proyecto”.
Además, “por su parte la Anla, en su carácter de convocada en este proceso y de autoridad ambiental, también interpuso su recurso ante el Consejo de Estado al considerar que Porvenir II es un proyecto que puede coexistir con los procesos de restitución de tierras. La entidad realizó análisis y exigencias rigurosas antes de otorgar la licencia, y en especial medidas para restablecer las condiciones de vida de los pobladores que se han visto afectados por las pasadas situaciones de orden público en el territorio”.
El recurso se dio luego de que hace aproximadamente dos meses Celsia anunciara que no va a desarrollar el proyecto hidroeléctrico por su propia cuenta, y que se encuentra buscando un socio o inversionista para ello debido a que la organización está “enfocada en adelantar otras iniciativas de energía renovable de mayor rapidez de ejecución”.
Al respecto, la filial del Grupo Argos también expresó que desde hace siete años que inició el proyecto ha primado la importancia de proteger los derechos de las personas de la comunidad en proceso de restitución de tierras, y por ello han trabajado de manera articulada con entidades como la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la Unidad de Restitución de Tierras, las administraciones municipales, la Dirección para la Acción Integral Contra Minas Antipersonal y el Batallón de desminado humanitario N° 60.
