Los conductores de Rionegro ajustan 130 horas en cese de actividades: 14 rutas municipales están suspendidas. El paro está en firme desde el 6 de diciembre en rechazo a la implementación del nuevo sistema de transporte de la localidad, bautizado como Sitirio.
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En la discusión hay dos bandos: conductores frente a la Alcaldía. Los primeros quieren desmontar el proyecto que unificó bajo un solo mecanismo las rutas del transporte municipal, antes dispersas. Al otro lado, la administración insiste en que hay que implementarlo.
Ante el inconformismo, los transportadores empezaron a trabajar desde noviembre en Sitirio. Sin embargo, tras un mes de ejecución, estalló el malestar: “No queremos este sistema, queremos volver al anterior. Sitirio vulnera nuestros derechos”, reiteraron los conductores.
Para expresar su voluntad, frenaron la prestación del servicio de transporte público en Rionegro el 6 de diciembre; se cree que 10.000 personas están afectadas: los usuarios han optado por caminar y usar servicios informales de transporte.
La mesa de negociación
El primer día del paro fue escandaloso: a los pasajeros los sorprendió el cese de actividades, hubo bloqueos y amenazas a los conductores que no respaldaban el estallido; los líderes de la movilización desestimaron ser emisores de las intimidaciones.
Al caer la tarde, la Alcaldía citó por primera vez a los transportadores a una mesa de negociación. Fueron varias horas de diálogo y, desde que llegaron, los representantes del paro sacaron sus cartas: “Nuestro objetivo es que se suspenda Sitirio; queremos volver a nuestras rutas, no a las que ustedes impongan”. El alcalde, Rodrigo Hernández, dejó claro que ese punto no era negociable.
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Las partes se levantaron de la mesa. Después de cuatro días, la Alcaldía los invitó nuevamente a la mesa y propuso ceder en una de sus peticiones: “Los transportadores de las zonas rurales vuelvan a prestar el servicio como lo hacían normalmente; mientras que los urbanos operen con una rotación diaria”, expresó el mandatario local. Los conductores no aceptaron.
A pesar la presión de la comunidad -cansada del caos y afectaciones- los implicados no han concertado.
Bloqueos
De lunes a martes hubo bloqueos viales en la zona urbana y rural de Rionegro que agudizaron la movilidad: los conductores frenaban la circulación 15 minutos y abrían la vía durante 300 segundos para que pasaran los vehículos particulares que estaban represados.
Por esa condición, las rutas de transporte intermunicipal dejaron de ingresar a Rionegro mientras que otras suspendieron la operación.
Después de una mediación que lideró el Ministerio Público, los conductores decidieron suspender los bloqueos.
Efectos en el comercio
La Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño (CCOA) informó que el cese de actividades de los transportadores ha reducido el flujo de clientes en los locales de Rionegro. Situación que ha afectado la reactivación económica en medio de las compras decembrinas.
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“Comprendemos la libre defensa de los intereses del gremio de transportador, [pero] puede realizarse sin impedir la libre movilización y prestación del servicio”, afirmó la CCOA.
Para darle eco a las afectaciones, los comerciantes de Rionegro han realizado dos plantones para motivar un acuerdo entre la Alcaldía y los conductores.
¿Qué sigue?
Los conductores mantienen firme su objetivo: “No levantamos el paro hasta que se suspenda Sitirio”. En conversación con MiOriente, el alcalde informó que no cederá en esa petición.
Hasta la mañana de hoy, 11 de diciembre, no hay un encuentro programado entre la administración municipal y los conductores.
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