Sebastián Montoya, entre podios, sueños y el camino hacia la Fórmula 1

Sebastián Montoya no solo lleva un apellido de peso en el automovilismo mundial; también está construyendo su propia historia con talento, esfuerzo y una mentalidad centrada en la excelencia. En una entrevista exclusiva con MiOriente y En Juego, el piloto colombiano habló desde casa sobre sus recientes actuaciones en la Fórmula 2, su preparación física y mental, el papel de sus patrocinadores y la cercanía de su sueño más grande: la Fórmula 1.

“Estoy muy agradecido del trabajo que he podido hacer y que los resultados se estén dando”, afirmó Montoya, tras haber conseguido dos podios consecutivos en las exigentes pistas de Mónaco y Barcelona. A sus 19 años, el joven piloto se muestra enfocado en seguir mejorando: “Yo me quiero volver el mejor piloto del mundo, y para hacer eso hay que trabajar muy duro. Creo que voy por buen camino”.

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Montoya destacó que cada fin de semana de carrera requiere no solo entrega física, sino también una enorme concentración mental. Después de cuatro semanas seguidas de trabajo —tres de competencia y una de preparación—, aprovechó para hacer un repaso técnico con su equipo y recuperar energías. “Son viajes y días muy duros, pero lo importante es siempre seguir aprendiendo y mejorar cada detalle, desde el manejo hasta la gestión de neumáticos”, explicó.

Una de las noticias que más llamó la atención recientemente fue la colaboración de Sebastián con la Federación Colombiana de Fútbol para celebrar sus 100 años, luciendo un casco especial en Mónaco. “Si me lo hubieran dicho hace 10 años, no lo habría creído. Poder hacer esa colaboración en un lugar como Mónaco, y encima conseguir mi primer podio de F2 ahí, fue increíble”.

Además de su talento, Montoya reconoce la importancia de quienes lo rodean. Menciona a sus patrocinadores —como Quimicolor, Claro, Adidas, Moonb Falcons y CC— no solo como aliados comerciales, sino como parte de una familia que cree en su proceso: “Sin ellos, esto no sería posible. Me dan la posibilidad de hacer lo que amo todos los días”.

En cuanto a su padre, el legendario Juan Pablo Montoya, Sebastián asegura que ha sido un apoyo clave, pero sin imponer su camino. “Él me abrió la puerta, pero nunca me forzó. Nuestra relación en pista es de entrenador a piloto. Cuando estamos en carrera, él no es mi papá, es mi coach. Es una relación muy competitiva pero también muy especial”.

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Sobre su sueño de llegar a la Fórmula 1, Sebastián es claro: “No sé qué tan cerca estoy, porque uno nunca sabe cuándo llega la oportunidad, pero sí sé que tengo la habilidad para ser campeón. Estoy trabajando todos los días para que eso se vuelva realidad”.

Finalmente, reveló que la frase que lo acompaña en su casco es “Amor Fati”, una expresión en latín que significa “amar el destino”. Para él, es un recordatorio constante de aceptar y disfrutar cada etapa del proceso, sin aferrarse al pasado ni obsesionarse con el futuro.

Montoya cerró la entrevista con sinceridad, pasión y gratitud: “Cada día me vuelvo más agradecido por lo que estoy viviendo. Estoy viviendo un sueño y lo quiero llevar hasta lo más alto”.

Datos curiosos de Sebastián Montoya

• Ídolo en las pistas: Juan Pablo Montoya (su papá)
• Comida colombiana favorita: lomo al trapo con yuca frita y arroz blanco
• Pista soñada: Mónaco
• Fobia: los gatos de casa
• Si no fuera piloto: posiblemente ingeniero

El apoyo de uno de sus patrocinadores, Quimicolor

Desde Guarne, en el Oriente antioqueño, la empresa colombiana Quimicolor, con la primera planta de tela spunlace en Latinoamérica y una trayectoria reconocida en la maquila de productos de aseo y belleza, es uno de los patrocinadores de Sebastián Montoya.

“La alianza con Sebastián Montoya no es solo un patrocinio deportivo, es una declaración de principios. En Quimicolor creemos en la innovación, la velocidad con propósito y el trabajo bien hecho, valores que compartimos con Sebastián en la pista y con cada uno de nuestros aliados y clientes en el día a día”, mencionó la empresa.

Y agregó que “Este vínculo con Sebastián es una forma de inspirar a las nuevas generaciones, demostrar que sí se puede soñar en grande y competir al más alto nivel desde nuestro país. Queremos que los medios vean esta historia como un puente entre la innovación empresarial, el deporte y el orgullo nacional (...) Así como Sebastián lleva nuestra bandera por todo el planeta, nosotros llevamos el talento, la tecnología y la calidad colombiana a cada hogar y negocio”.

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