Un conductor que había sido reportado como desaparecido el martes 19 de abril fue encontrado desorientado, un día después, en la noche, en la autopista Medellín-Bogotá.
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Para Irlan Urrego la jornada comenzó como un día de servicio común y corriente, pero todo se le convirtió después en una osadía. Su calvario inició en la estación La Aguacatala en Medellín, cuando le pidieron un servicio hacia el municipio de El Carmen de Viboral, en el Oriente Antioqueño: “Los hombres que pidieron el servicio dijeron que íbamos para un montallantas. Se subió un hombre de aproximadamente 50 años y otro de unos 35. Nos fuimos efectivamente para El Carmen de Viboral y entrando al municipio el señor que iba al lado mío me dijo que se sentía mal, me dijo que si podíamos parar. Él se bajó en una cafetería y yo no noté nada raro, además porque en todo el camino fueron muy amables. Cuando volvió de la cafetería me trajo un café y le dio otro al compañero, nos dio papas y empanadas; yo me las comí y me tomé el café. El señor se subió al carro y me dijo: ‘Arranquemos’, y unos metros más adelante pidió que me detuviera. Paré, y de ahí no me acuerdo de nada”, relata Irlan Urrego, el conductor escopolaminado.
Los hombres le suministraron la sustancia al conductor ingresando a El Carmen de Viboral, luego se devolvieron hacia el municipio de Rionegro y se dirigieron a la autopista Medellín-Bogotá, pasando por Marinilla y El Santuario, hasta que finalmente lo dejaron abandonado en jurisdicción de Cocorná.
Los sujetos lo amarraron y lo tiraron a un abismo. El conductor estuvo a la deriva durante horas:
Yo sí recuerdo que el miércoles en la noche yo veía como una luz blanca y yo intentaba subir por un barranco, pero siempre me resbalaba y caía de nuevo y me golpeaba con las piedras, me golpeaba con los árboles. Finalmente salí de ahí, mi Diosito me sacó y salí a la vía principal. Me encontró un campesino, fue la persona que me cubrió con una camiseta y una pantaloneta. La hipotermia me iba a matar, y estaba escopolaminado
recuerda Irlan Urrego.
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El campesino que halló al conductor llamó al Cuerpo de Bomberos de Cocorná, cuyos miembros le prestaron los primeros auxilios y lo trasladaron al hospital del municipio; desde allí se comunicaron con su esposa, que lo llevó a un centro de salud de Medellín, donde Irlan recibió atención especializada.
Después de la experiencia que vivió, Irlan está con su familia y se está recuperando, pero hay un tema que le preocupa: la gestión de las autoridades.
De parte de las autoridades no he recibido ninguna llamada. Eso se quedó en la denuncia y absolutamente nada de acción de la Policía. Me deja muy preocupado porque tengo entendido que se han presentado varios casos —o por lo menos cuatro casos que conozco que se han reportado en el Oriente— y no se evidencia el accionar de la Policía
expresa Irlan Urrego.
Lo que sigue para él es el proceso de investigación por parte de la Fiscalía. Está a la espera de que asignen un fiscal y un investigador para su caso. Irlan Urrego pide a la comunidad información que le puedan suministrar sobre su camioneta, que fue hurtada ese día: es una Dimax 4x2 con placas MNQ 661 de Medellín.
