Una tormenta de críticas afronta el presidente Gustavo Petro luego de conocerse el contrato de cerca de $173 millones por la compra de varios artículos para dotar las residencias oficiales en Casa de Nariño, entre ellas la del jefe de Estado y la de la vicepresidenta Francia Márquez.
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El contrato incluye artículos como un televisor de 85 pulgadas por un valor de $27.500.000, un televisor de 70 pulgadas por cerca de $10.800.000, una licuadora de diez velocidades por $1.800.000, una sanduchera de dos puestos por $357.000, lámparas de más de $1.300.000, un calentador de ambiente por $2.700.000, entre otros.
Pero algunos de los artículos que más llaman la atención son dos cobijas con plumas de ganso, cada una de más de $4.000.000.
No solo indignó por su precio, sino porque Gustavo Petro defendió las banderas animalistas en las pasadas elecciones. Usuarios de redes sociales le recordaron que para estos artículos las aves son sometidas a crueles tratos y sufrimientos.
Un informe de la Oficina Protectora de Animales de Alemania aseguró que durante la extracción de plumas, sin ningún tipo de analgésico, “se rompen alas y se generan diferentes heridas que no son tratadas, lo que significa que los animales sienten el 100 % del dolor durante todo el proceso”.
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La empresa encargada de vender estos artículos se llama Polyflex, la cual aseguró que “no obtuvo ganancias exageradas por este contrato”.
Por su parte, el funcionario encargado de las compras, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Mauricio Lizcano, dijo que “Amoblar las casas privadas es un deber del Dapre luego de previas solicitudes de los jefes administrativos de cada casa, y todas las compras, como en este caso, se hacen a través de la tienda virtual de Colombia Compra Eficiente, un mecanismo transparente”.
