La Cámara de Representantes aprobó en tercer debate el nuevo estatuto disciplinario de la Policía Nacional, el cual pone sobre la mesa los mecanismos para investigar y sancionar las conductas -adoptadas por los uniformados- que vayan en contra de la ciudadanía.
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De acuerdo con el Ministerio del Interior, este proyecto hace parte de la reforma policial que se anticipó desde el Paro Nacional. Entre las medidas implementadas, por ejemplo, los miembros de la institución no podrán impedir la grabación de los operativos.
Se agravan muchas faltas con sanciones disciplinarias más fuertes. Quedan más claras las competencias
dijo Daniel Palacios, ministro del Interior.
También será catalogada como una falta disciplinaria el ocultamiento de información policial durante la prestación del servicio; generar o permitir actos que constituyan maltrato animal; incurrir en actos de discriminación; emplear de forma incorrecta las redes sociales, entre otras actuaciones.
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Las sanciones van desde la suspensión por un periodo de un año hasta la inhabilidad por 20. Además, varias determinaciones comprometen el salario de los uniformados.
Este Gobierno es cero tolerante con el abuso del poder
concluyó Palacios.
El objetivo principal es incentivar el respeto por los derechos humanos y mejorar la confianza entre los civiles y la Policía.
Al proyecto solo le faltan el visto bueno del Senado y la sanción presidencial para entrar en vigencia.
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