La mirada perdida, mirando a lo lejos. Cómo más se podría estar luego de una masacre. Llamó al 123, pero no pudo hablar, temía que lo escucharan, afuera seguían disparando.
Esos momentos de angustia y terror fueron los que padeció uno de los sobrevivientes de la masacre ocurrida este martes en Pontezuela, sector El Hoyito, en Rionegro. MiOriente conoció su testimonio.
Cuando cesaron los disparos y escuchó que se fueron las motos (los asesinos habrían llegado en dos motos y un carro), llamó a sus padres. “Los mataron a todos”, dijo. Sus padres pidieron un taxi y llegaron hasta el lugar de los hechos. En medio de la angustia, su hijo y otra persona más quedaron con vida, agobiados de desolación luego de que siete de sus compañeros de trabajo fueran masacrados, al parecer al interior de la misma vivienda.
En la historia también hay cuatro perros: Blanca, la mamá de todos, Miguelito, La Negra y Lulú; estos dos últimos no dieron pista de estar por ahí, al parecer están escondidos. Blanca y Miguelito están acurrucados en medio de la fría noche en la que también perdieron a siete de los hombres que vivían con ellos.
“No entendemos qué pasó, eran muchachos buenos y trabajadores”, dicen los vecinos de la vereda.
Las autoridades avanzan en las investigaciones de este aterrador suceso. Entretanto, el alcalde de Rionegro citó a un consejo de seguridad, y pidió respaldo del gobierno departamental para enfrentar esta clase de hechos violentos en la región.
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