Durante tres horas, los mandatarios locales del Oriente Antioqueño presentaron ante la Procuraduría General de la Nación el balance de seguridad de sus municipios. El común denominador es el tráfico de estupefacientes y las muertes que este fenómeno se ha llevado por delante.
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La socialización se dio en el marco del primer encuentro territorial por la seguridad y convivencia ciudadana de la subregión. De acuerdo con Tatiana Oñate Acosta, procuradora delegada para las entidades territoriales y diálogo social, las reuniones servirán para diseñar estrategias con el fin de prevenir la delincuencia.
“A partir de este encuentro, inicia el plan piloto encaminado a generar instrumentos de respuesta a las coyunturas que están viviendo cada uno de los municipios. Estos planes deben ser instrumentos que permitan tomar decisiones rápidas”, indicó la funcionaria.
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Para los alcaldes, el microtráfico tiene en jaque a la seguridad del Oriente Antioqueño. Según los registros de la Policía, al menos siete grupos criminales administran las plazas de vicio en el Oriente. Tal como lo han sostenido las autoridades, este fenómeno generó la mayoría de los homicidios que se reportaron durante el 2021. En ese período, 167 personas fueron asesinadas.
El mandatario de El Carmen de Viboral, John Fredy Quintero, expresó que las fuerzas del Estado deben alinearse para frenar la expansión de la venta y consumo de alucinógenos. “Estamos viendo la necesidad de enfrentar no solo la consecuencia, sino la causa con inversión social”, concluyó Quintero.
Si bien no hubo conclusiones trascendentales, los alcaldes se comprometieron a actualizar sus planes de seguridad y convivencia ciudadana.
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