Desde el primer día de cuarentena en marzo del año anterior, la economía empezó a decaer y los emprendedores sintieron de manera directa el coletazo de la situación y los efectos que traía consigo esa “nueva realidad”, como le llaman cotidianamente.
Y es que muchos emprendedores y pequeñas empresas vieron cómo su proceso productivo se venía al piso, de manera que tuvieron que transformar su idea de negocio para que se adaptara a las nuevas condiciones y se pudiera sobrevivir, durante ese tiempo, a lo que serían -en primera instancia- uno o dos meses de encierro. MiOriente conoció la situación de distintos emprendimientos de la región, los cuales se vieron golpeados por los efectos de las medidas restrictivas.
María Isabel es la dueña de la empresa de productos alimenticios saludables San Miguel, con operación en el municipio de Rionegro. Si bien la pandemia le dio un giro a su negocio, pues pasó de vender al por mayor para dedicarse a los domicilios por unidades, ahora el COVID-19 le juega una mala pasada: las empleadas de su planta de producción resultaron contagiadas por el virus y se vio en la obligación de suspender los servicios de la empresa por unos días.
“Nunca lo pensé, llevábamos más de un año sin tener contagios ni nada, hace 20 días resultaron contagiadas las niñas de producción, tuvimos que cerrar la empresa porque ellas son las que hacen la vida de los productos. Yo pensé que eso iba a pasar rápido pero siguen muy enfermas”, expresó María Isabel.
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El sector del transporte también se vio afectado, Serviptrans es una empresa que presta servicios de movilización de pasajeros de rutas escolares y empresariales, y realiza tours a distintos sitios de la región; de las 12 personas que hacían parte de la compañía ahora solo quedan cuatro empleados, quienes ejecutan toda la tarea operativa.
Sobre las pérdidas para esta empresa, Omar Antonio Torres, quien hace parte del componente comercial y operativo, dice que “en cifras es difícil decirlo, no nos sostenemos. Nosotros perdimos contratos con floristerías y empresas, todo se nos congeló. Nosotros estamos viviendo con los ahorros, ahora estamos como empezando desde cero”, dijo.
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Empaca Tu Maleta es una agencia de viajes de Marinilla. María Díaz, su gerente, dice que el 2019 fue el año donde el turismo en el país estaba tomando más fuerza, sin embargo, el 2020 y la pandemia se encargaron de acabar con lo mucho que se había avanzado en este tema. “Al 16 de marzo de 2020 nosotros estábamos en nuestra máxima capacidad; al 30 de marzo de ese año ya estábamos en cero, y así hasta el 2021”, indicó Díaz.
Solo esta empresa ha perdido más de 120 millones de pesos, se han marchado cinco de sus empleados y ahora solo queda una: su fundadora. Además, Díaz denuncia que hasta la fecha no ha recibido ninguna ayuda por parte del estado para sobrevivir, y que, por el contrario, los impuestos no dejan de llegar.
Así como María Isabel, Omar Torres y María Díaz vieron la forma en que su patrimonio se desmoronaba, otros también vivían la misma situación. La crisis aún es incierta y, con la llegada más cuarentenas y toques de queda, el panorama para los emprendedores es poco esperanzador. Para ellos, de ahora en adelante, resta la resiliencia y la entereza para volver a construir lo que el virus les desmoronó.