Como cada año, el 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que tiene como objetivo concienciar sobre los problemas de salud mental que existen en todo el mundo.
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La conmemoración de este día comenzó en 1982 y fue impulsada por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH), con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para este año, el lema es “Hacer de la salud mental y el bienestar para todos una prioridad mundial”.
La salud mental es definida por la OMS como el “estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De esta manera, se crean vínculos entre lo que es salud física y salud mental, como bases del bienestar personal.
Venimos de una tradición médica que entendía la salud como ausencia de enfermedad física; entonces una persona estaba sana si no tenía diabetes, pero no nos preguntábamos por la depresión, la tristeza, que a largo plazo se pueden convertir en problemas del cuerpo. Lo importante es concientizar y sensibilizar a las personas para que empiecen a preocuparse por su salud mental
manifestó Juan Pablo Valencia, profesional de acompañamiento familiar del programa Mi Familia de la Corporación Colombia Avanza, en convenio con el ICBF.
Esta fecha ha cobrado mayor importancia en los últimos 30 años, dado que, según la OMS, en las tres últimas décadas las enfermedades mentales se duplicaron, pasando de 53 millones de casos en la década de 1990 a 116 millones en la actualidad.
Ante estas cifras, el informe difundido en el Día de la Salud Mental pide a los gobiernos hacer “inversiones significativas para abordar la creciente carga de enfermedades crónicas y afecciones no infecciosas como los trastornos mentales, que pueden contribuir al suicidio”.
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En los últimos años el suicidio se ha convertido en un tema de salud pública, dadas las cifras alarmantes de personas que han decidido quitarse la vida. Para esta situación, según expertos, no hay edades; sin embargo, es algo muy asociado a niños, niñas y adolescentes.
“En el tema del suicidio, los niños, niñas y adolescentes son más vulnerables, dado que pueden estar bajo escenarios de riesgo como entornos familiares inseguros, el matoneo escolar y las dificultades en la expresión de sus emociones”, expresó Juan Pablo Valencia, profesional de acompañamiento familiar del programa Mi Familia de la Corporación Colombia Avanza, en convenio con el ICBF.
Es muy importante identificar en este tipo de casos los cambios abruptos de comportamiento, como lo son el aislamiento y el abandono de actividades importantes: “Por ejemplo dejar el trabajo, el colegio, y dejar de realizar actividades de ocio”, agregó Juan Pablo Valencia.
Esta problemática ha buscado combatirse a partir de diferentes puntos y estrategias, una de ellas es la implementación de líneas de atención desde las administraciones municipales e instituciones.
Para el caso del municipio de Rionegro hay una línea habilitada durante las 24 horas del día, a través del número de celular 310 300 8721. Así mismo, se creó una estrategia llamada El Susurradero, a la que las personas pueden acudir para contar su historia a un profesional que las podrá orientar. Esta iniciativa está disponible de lunes a jueves de 8:00 a. m. a 11:30 a. m. y de 1:30 p. m. a 4:30 p. m. en la Casa Provincial.
En el departamento de Antioquia también existe una línea de atención en salud mental: 018000413838, habilitada durante las 24 horas para atender estos casos. Los demás municipios del Oriente cuentan asimismo con asesorías desde las administraciones municipales por medio de las secretarías de Salud y Familia.
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