Jorge Humberto Botero es el protagonista de una historia increíble que ocurrió hace más de 50 años en el Oriente Antioqueño. Cuando él tenía una edad de 17 años, se encontraba jugando con un primo (Hugo Botero), quien tenía un overol y gasolina en su cuerpo, pues trabajaba en un taller.
Ambos eran muy cercanos y crecieron juntos en la vereda Cabeceras, cerca a Llanogrande. De repente, Jorge, en medio del juego, le arrojó un fósforo encendido a Hugo, quien inmediatamente quedó en llamas.
Asustado por pensar que había asesinado a su primo (aún sigue vivo), Humberto huyó del Oriente Antioqueño y por más de cinco décadas no hubo rastro de él. Su familia angustiada lo comenzó a buscar, aunque algunas versiones afirmaron que se había quitado la vida.
Con el paso del tiempo se creó otra hipótesis que decía que Humberto había huido hacia Urabá en un camión y que cuando se bajó a recoger algo, el mismo vehículo retrocedió y lo aplastó. Por lo tanto, había sido reportado como NN.
"Esa historia era poco creíble para nosotros y sobretodo para mi abuela, quien siempre lo esperó y lo miraba día a día regresar por esa puerta, debido a que con un pantalón y una camisa, sin nada en los bolsillos, a sus escasos 17 años, no podía ir lejos", dijo una sobrina del ciudadano.
Humberto apareció 58 años después
Humberto, deambulando por diferentes lugares, llegó a Brasil donde se radicó. Allí se casó y tuvo un hijo, quien comenzó a buscar en redes sociales a la familia de su padre y efectivamente la encontró.
"Hola Marleny, soy hijo de Jorge Humberto Botero Arroyave, su hermano tiene 74 años y está en Brasil", fue el mensaje que le llegó a la familia del ciudadano.
Inmediatamente, Humberto, quien hasta entonces pensaba que había matado a su primo, dialogó a través de una videollamada con Hugo, la presunta víctima, quien seguía vivo. Además, su mamá, quien hoy tiene 95 años, pudo volver a ver a su hijo y escuchar su voz.
"Fue una emoción interminable. Me dio hasta desmayo de la alegría que sentí", expresó Angélica Arroyave, mamá de Humberto.
Reencuentro en Brasil
Hace algunos días, la familia de Humberto se desplazó desde el Oriente Antioqueño hasta Brasil para encontrarse personalmente después de tanto tiempo.
Un abrazo selló la espera de más de 58 años. Una historia de novela donde no hubo víctimas ni victimarios, sino un malentendido que alejó a Humberto de su familia, pero que hoy ya están juntos de nuevo.
