El 9 de noviembre de 2004, el Mayor César Aníbal Ortiz Hernández recogió los cuerpos de algunas víctimas que fueron asesinadas por paramilitares en el municipio de San Carlos, para mostrarlos como guerrilleros de las FARC.
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Tras conocerse el delito por parte del uniformado, el 2 de diciembre de 2015, la Corte Suprema de Justicia ratificó la pena de 18 años de prisión por la ejecución extrajudicial del campesino Faibel de Jesús Quiceno Duque, quien vivía en la vereda Agua Bonita del municipio de San Carlos, y de alias "Salinas", exintegrante de un grupo paramilitar, a quienes hizo pasar como si fueran miembros de las FARC.
En ese momento, el abogado del Mayor del Ejército buscaba una rebaja en su condena, pues afirmaba que lo procesaron por un delito errado (homicidio en persona protegida), cuando en realidad lo que hizo fue “recoger” dos cadáveres entregados por paramilitares para presentarlos como caídos en combate.
Fue así como después de seis años de la sentencia, la sala de definición de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confirmó que haría el sometimiento del Mayor Ortiz.
¿Qué dice el expediente?
Según señaló la JEP, “Han variado, finalmente, los militares encausados, su versión de los hechos, dando a conocer que los cuerpos de los occisos fueron dejados por los grupos paramilitares en dicha vereda, y atendiendo orden del teniente Ortiz se simuló un combate, para proceder a presentarlos como muertos en acción militar”.
De esa manera, el militar, que comandaba el Batallón Especial Energético Número 4 de la Cuarta Brigada en Antioquia, deberá suscribir el acta de compromiso con la verdad, y en un plazo de 20 días tendrá que desglosar su plan de contribución, en donde entregará nuevos detalles del crimen.