Dédalo

YRacional, Sergio Antonio Castaño

“No soy yo quien escribe, no son mis símbolos y definitivamente no son mis dioses. Recurrir a la metáfora de la metáfora”.

Por Sergio Antonio Castaño.

¿Qué se dice cuando en las ruinas se ha perdido más parte de mí que del mundo?

Estos muros que delimitan el camino, cada vez más cerca al igual que lejos. Puedo tocar los ladrillos a ambos lados; su rústica textura me calma, me comunica la naturaleza de su construcción. Como yo, están hechos de tierra. Somos diferentes formas solo por un accidente del destino.

A cada paso se cierra mi camino, buscan estos muros establecer una nueva verdad, pero mi resistencia procura evitar ese cambio de lugar.

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No hay vuelta atrás, en este duelo vamos perdiendo los dos. Cuando desaparezca junto con mi conciencia y todas sus interacciones, desaparecerá también este infame camino con sus muros, intersecciones y disyuntivas.

Cada vez más estrecho, pero aún me deja la posibilidad, la esperanza de avanzar, cede en la batalla para darle sentido a esta guerra donde el titán impondrá su inexorable verdad. Para estas mortalidades no queda más que perpetuarse en la memoria.

No soy yo quien escribe, no son mis símbolos y definitivamente no son mis dioses. Recurrir a la metáfora de la metáfora; palabras ya sobrecargadas de sentido que han significado tanto que se desdibujan. Abarcan tanto que pueden decir nada si lo quisieran y a veces parece que ese es su deseo.

Cada palabra, cada idea, afirmación, negación… un todo del todo indeterminado que…

¡Contradicción, dirás!, pero ¿qué somos sino ello?

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