En Hidroituango se sincronizó la tercera unidad de generación, lo que representa otros 300 MW (Megavatios) de energía que se suman al Sistema Interconectado Nacional.
Este hito que se da en un momento coyuntural para el país en generación de energía eléctrica, significa que la central ya puede entregar, en total, 900 MW de energía eléctrica para Colombia.
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“Por varias razones celebramos el resultado de las pruebas a la máquina. Teníamos plena certeza de que resultarían satisfactorias gracias al compromiso del talento humano que tiene la empresa y al desempeño de los contratistas. Aquí le estamos cumpliendo a Colombia y tenemos la convicción de que representará un efecto positivo para las tarifas de energía y el bolsillo de los usuarios, pero, adicionalmente, con la puesta a punto de la unidad, continuamos mitigando el riesgo para las comunidades del área de interés”, manifestó Jorge Carrillo Cardoso, gerente general de EPM, ante el hito alcanzado en Hidroituango.
Trabajos previos
Después de la demolición del tapón de concreto en días pasados y la adecuación de unas obras civiles faltantes en dicha conducción, se procedió a continuar con los trabajos subacuáticos y, con buzos expertos inmersos a 60 metros de profundidad del embalse, se logró desmontar el mamparo o compuerta hidromecánica de 80 toneladas de peso que se tenía instalada allí hace un mes, la cual cumplió a cabalidad su propósito que era impedir el paso del agua desde el embalse hasta la conducción mientras se terminaban estos trabajos civiles. Todo un trabajo inédito en la ingeniería colombiana, lo que dio paso a iniciar las diversas pruebas que se le debían hacer a la máquina.
Las pruebas definitivas
Teniendo la conducción con un paso libre, fue posible llenar todo este túnel de agua, desde el embalse hasta la turbina, y así poder iniciar con las diferentes pruebas a las cuales se debió someter la máquina, previo a lo que será su puesta en operación comercial. Es por eso que, para poder sincronizar la máquina, esta tuvo que superar una serie de pruebas establecidas como:
Pruebas tipo A: pruebas en seco. Se somete la máquina a una serie de giros sin agua para conocer su comportamiento.
Pruebas tipo B: pruebas con aguas muertas o sin flujo. Sin ningún tipo de flujo, se llena con agua la máquina desde la almenara para conocer su comportamiento.
Pruebas tipo C: pruebas dinámicas con agua, con flujo y sin carga. Se permite el paso del agua con flujo, es decir llevar una fuerza lo que permite que la máquina gire a ciertas velocidades, pero sin tener carga eléctrica.
Pruebas tipo D: pruebas con agua, con flujo y con carga (prueba de sincronización). Precisamente fue esta última prueba que EPM superó con la unidad de generación número tres de Hidroituango. Este examen final lo que pretendía es que la máquina garantice las exigencias regulatorias establecidas, donde ya es posible que sea sincronizada y matriculada al Sistema Interconectado Nacional. Así mismo, se realizan las pruebas de estatismo, banda muerta y capacidad efectiva neta para realizar los últimos ajustes y puesta a punto de la máquina.
Cumplida la última fase dentro de esta prueba, la máquina queda operativa y en pruebas por unos días a la espera de que XM (operador del Sistema Interconectado Nacional y administradores del Mercado de Energía Mayorista) apruebe los reportes elaborados durante las pruebas para declarar la máquina oficialmente en operación comercial.