Dos familias antioqueñas recibieron restos de sus seres queridos desaparecidos tras más de dos décadas

Después de más de 20 años de espera, dos familias en Antioquia recibieron los cuerpos de sus seres queridos que habían sido reportados como desaparecidos en el contexto del conflicto armado. Las entregas fueron realizadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y el Instituto Nacional de Medicina Legal, como parte de los procesos de verdad, búsqueda e identificación que se adelantan en el país.

Uno de los casos corresponde a Pedro Alexander Guerra, agricultor desaparecido el 26 de abril de 2003 en el municipio de Granada, Oriente antioqueño. Según la JEP, Guerra fue retenido mientras trabajaba en labores del campo junto a Luis Fernando Cardona por integrantes del Batallón de Artillería N.° 4 Jorge Eduardo Sánchez. Su cuerpo permaneció durante años en el cementerio municipal de Rionegro, sin que su familia conociera esta información.

La entrega se realizó en el marco de una Audiencia de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad del Subcaso Antioquia, dentro del Caso 03, escenario judicial en el que 40 exintegrantes de seis batallones de la IV Brigada del Ejército, junto con dos civiles, aceptaron su responsabilidad en asesinatos y desapariciones forzadas de cerca de 589 personas en el departamento, presentadas de manera irregular como bajas en combate.

Otras noticias: Joven sobreviviente del accidente en Remedios dio su testimonio: gratitud por seguir con vida, pero dolor por sus amigos

Este proceso judicial se desarrolla en varias sesiones. Las dos primeras se llevaron a cabo el 4 de diciembre en Granada, mientras que una tercera audiencia tuvo lugar el 15 del mismo mes. Para este 17 de diciembre está programada una nueva diligencia, en la que se abordarán hechos ocurridos en el Valle de Aburrá, el Occidente y el Norte de Antioquia.

En otro acto de entrega digna, las autoridades restituyeron a su familia el cuerpo de Cristo José Romero Isaza en el municipio de Yalí. Romero había salido de su hogar en agosto de 2003 en busca de trabajo y desde entonces se desconocía su paradero. La investigación humanitaria permitió establecer que fue víctima de desaparición forzada y que sus restos permanecieron inhumados como no identificados desde 2005 en un cementerio de Cartago, Valle del Cauca.

Este caso fue esclarecido a través de la estrategia de Búsqueda Inversa, un mecanismo que busca identificar a personas desaparecidas y localizar a sus familiares. De acuerdo con cifras entregadas por la JEP, hasta el 2 de diciembre de 2025 se han publicado más de 100 registros en esta estrategia, se ha logrado contactar a decenas de familias y se han concretado 31 entregas, mientras continúan los procesos para reunir a otras personas con sus allegados.

Ingresa al canal de WhatsApp de MiOriente https://whatsapp.com/channel/0029Va4l2zo3LdQdBDabHR05