Solo hasta finales de este año la Alcaldía de Rionegro presentará un plan de reforzamiento para el edificio Altos del Lago. Ese fue el compromiso adquirido por la Administración Municipal en una reunión sostenida el pasado miércoles con algunos propietarios del edifico, reunión que a propósito estuvo llena de discusiones, descontentos, inquietudes y críticas por parte de los ciudadanos, quienes han señalado a los funcionarios como responsables de una pésima actitud ante la eventualidad.
Los objetivos de la reunión, que se llevó a cabo en el auditorio del Hospital San Juan de Dios de Rionegro desde las 5 p. m., consistían en hacer una descripción detallada de las actuación de la Alcaldía frente a la emergencia, la aclaración de las inquietudes sobre el estudio presentado por la Universidad Nacional y las dos opciones que aún presentan viabilidad: repotenciación e implosión. Sin embargo, desde el principio la reunión no pudo desarrollarse según el orden previsto pues fueron surgiendo un sinfín de inquietudes de los propietarios que, en la medida de las posibilidades, iban siendo resueltas por la Alcaldía.
Camino de doble vía
Por dos rutas de acción se decidió la Alcaldía: estudiar el valor de una repotenciación y el de una implosión para tener un parámetro de comparación con el cual fundamentar cualquiera que sea la decisión que adopte. De cualquier forma, la Administración asumirá los costos de la formulación de ambos estudios, siempre y cuando sean asequibles y racionales, y la figura de contratación dependerá del monto de cada uno de ellos. En este orden de ideas, la decisión dependerá casi por completo de un solo factor: ¿qué vale más?
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Pero a la discusión entre propietarios y la Alcaldía fue añadida una nueva variante. Se trata de una contrarespuesta del ingeniero José Darío Aristizábal, contratado por la constructora Soluciones Integrales en Construcciones Civiles S.A.S. (SINCC) para hacer una propuesta de repotenciación, con respecto a los conceptos emitidos por los académicos del Centro de Proyectos e Investigaciones Sísmicas (CPIS) de la Universidad Nacional.
¿Por qué? Porque, al parecer, varios funcionarios de la Alcaldía no tenían conocimiento de la existencia de dicho documento que, efectivamente, fue radicado en la Administración Municipal. En suma, lo que contiene el documento es una nueva propuesta de repotenciación que ya está siendo analizada. Sin embargo, considerando las observaciones técnicas expresadas respecto de la primera propuesta de repotenciación por parte del ingeniero Jhon Jairo Blandón, delegado de la Universidad Nacional, en la reunión del miércoles, existe una alta probabilidad de que esta segunda tampoco prospere.
Un concepto trascendental
MiOriente conoció que la Alcaldía hizo una solicitud formal de pronunciamiento al Consejo Profesional Nacional de Ingeniería (COPNIA). Esta entidad pública tiene la función de controlar, inspeccionar y vigilar en todo el territorio nacional el ejercicio de la ingeniería en general.
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En otras palabras, el COPNIA, que además está a cargo de la expedición de las tarjetas profesionales para los ingenieros y que canceló la matrícula profesional de los ingenieros antioqueños Jorge Aristizábal Ochoa y Edgar Mauricio Ardila Vélez en su calidad de calculista y revisor estructural del proyecto Space de Medellín, actualmente adelanta una serie de investigaciones para determinar si los profesionales contratados por la constrictora SINCC violaron el Código de Ética, fallaron en su actuar o no cuentan con las respectivas certificaciones para ejercer la profesión.
En el caso hipotético de que el COPNIA sancione a los ingenieros de Altos del Lago, los estudios entregados por la Universidad Nacional, que a propósito fueron realizados en un tiempo aproximado de tres meses, serían, por decirlo de algún modo, confirmados en relación a su veracidad y precisión conceptual, y las tarjetas o matrículas profesionales de los ingenieros de la constructora eventualmente canceladas.
La posición de algunos propietarios
Un grupo específico de propietarios, entre ellos Jhon Jairo Parra, defienden los conceptos emitidos por José Darío Aristizábal, quien curiosamente es profesor de la Universidad Nacional (mas no su representante), y desconfían de los entregados por el CPIS. La Alcaldía, por su parte, defiende los resultados de las observaciones de la Universidad Nacional, y, tal cual lo expresado ingeniero Jhon Jairo Blandón del CPIS, cuestionan los conocimientos de Aristizábal en sobre las verdaderas necesidades del caso.
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Ante esta disyuntiva, una de las solicitudes de los propietarios es que el conflicto sea resuelto por un tercero imparcial y no por una entidad o institución contratada por la Administración Municipal. Además, el conflicto se agrava cada vez más teniendo en cuenta la presunta negativa de la constructora, que según ellos está en la disposición de reforzar estructuralmente el edificio, de permitir que dicha intervención sea realizada por un tercero.
Cuestión de tiempo
Con todo esto, solo queda esperar los resultados de varios procesos que simultáneamente se viene desarrollando para llegar a una determinación fundamentada sobre Altos del Lago: el valor de la repotenciación, el valor de la implosión, el pronunciamiento de COPNIA y el análisis de la contrarespuesta envida por José Darío Aristizábal a la Administración Municipal.
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Así las cosas, según los cálculos de tiempo hechos por las autoridades municipales, solo hasta diciembre de este año sería entregada una propuesta concreta de repotenciación, cuyos valores, tiempos de ejecución e impactos aún no pueden ser determinados. Mientras tanto, decenas de propietarios siguen pagando las cuotas de sus préstamos de vivienda en las entidades bancarias, y esperando que esta pesadilla termine de una vez por todas.