Laurent Melissa Franco es una joven practicante de Arauquita, Arauca, que desde el fin de semana anterior a la entrada en vigencia del Aislamiento Preventivo Obligatorio, está “atrapada” en el municipio de Rionegro.
Esta estudiante del décimo semestre del pregrado de Optometría de la Universidad Santo Tomás, llegó al Oriente Antioqueño el 13 de enero para hacer sus prácticas en el Hospital San Juan de Dios de Rionegro. Sin embargo, la contingencia generada por la propagación del Covid-19 la puso en aprietos.
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“Con todo lo de la pandemia las prácticas se cancelaron. Como todo está suspendido, el hospital no tiene autoridad para reincorporarme, y la universidad está esperando las directrices del gobierno”, dijo la practicante.
En el momento en que las autoridades permitieron la movilización de ciudadanos para que regresaran a sus casas, ella no pudo salir de Rionegro porque aún no le habían suspendido sus prácticas.
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Laurent dice estar bien; su madre, desde Arauca, ha logrado hacerse cargo de sus gastos, aunque ella asegura que sus recursos son limitados. Por ahora, está viviendo en un apartamento arrendado en compañía de otras practicantes.
Por situaciones como la de ella, un grupo de ciudadanos de Arauca le enviaron un oficio al Presidente de la República solicitando la apertura de un corredor humanitario para que los estudiantes dispersos en varias regiones del país regresen a sus hogares.
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Entre esos ciudadanos se encuentra Yasmín Comas, mamá de Laurent, quien aseguró que los estudiantes que están apartados de sus familias podrían incluso presentar afectaciones psicológicas.
“Ya el bolsillo no nos da. Algunos nos han llamado con depresión. A mi hija le suministraban la alimentación, pero yo le pago el arriendo y el resto de obligaciones. Ni la universidad ni el hospital le dan garantías. En Medellín hay por lo menos cien muchachos en las mismas condiciones”, dijo Yasmín.
En la misiva, que fue enviada el 21 de abril, los padres de familia aseguran que están dispuestos a correr con los gastos de transporte de sus hijos, y así poderse reencontrar con ellos.
“Esperamos que este llamado llegue a los gobernadores de cada departamento y soliciten a los universitarios organizarse para tener clara y fija las cifras de jóvenes que requieren reintegrarse a sus familias; ya hay estudiantes organizados de Arauca y Casanare, y en ciudades como Cúcuta, Pamplona, Bucaramanga, Medellín, Bogotá, Manizales, Ibagué y Barranquilla”, dice el documento.
Lo cierto es que la cantidad de cartas que por estos días recibe el Presidente de la República debe ser abrumador, por lo que aún es temprano para avizorar un efectiva respuesta del Gobierno Nacional para resolver la situación de este grupo particular de colombianos.