El pasado viernes, 20 de agosto, MiOriente registró la historia de una familia de Marinilla que ajustó cuatro meses sin el servicio de energía, a la espera de cumplir los requisitos que exige Empresas Públicas de Medellín (EPM) para la instalación del suministro bajo la metodología prepago, pues no contaban con los recursos para continuar con el pospago. Desde ayer el hogar cuenta con energía.
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Hasta abril, Yuliana Cuartas encontraba debajo de su puerta el recibo de facturación del servicio que ofrece EPM en Marinilla por un valor superior a los $250.000, pese a que el consumo se limitaba al de una nevera y tres televisores. Ni ella ni su esposo podían cancelar ese dinero, por esa razón se postularon al servicio de energía prepago, una estrategia de EPM que apoya a las personas más vulnerables.
Es una oferta de la que en EPM nos sentimos muy orgullosos, porque es una oferta social que lleva 16 años en el mercado, somos pioneros en Colombia. Es una oferta que propicia que los clientes con dificultades de pago puedan acceder al servicio y disfrutar del mismo por medio de pagos anticipados; o sea, pagan lo que van a consumir
explicó Claudia Gómez Maya, integrante de la Unidad Oferta Hogares de Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Es decir, EPM ofrece dos posibilidades de pago para el servicio de energía: pospago y prepago. El primero es el más común, usted cancela lo que consumió durante el mes; el segundo está direccionado a las personas de bajos recursos que recargan un monto de dinero y eso es lo que pueden consumir.
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El servicio prepago “no es una oferta que pueda estar abierta a todo el mundo” porque es, ante todo, un servicio social de facilidad de consumo. Normalmente es asignado a hogares que registran mora en la cancelación del suministro de energía bajo la modalidad pospago por cinco meses, y que llevan 150 días de estado de suspensión; además, a viviendas donde instalar el servicio represente una difícil gestión -esto último aprobado por cada municipio-.
[Con] esta oferta, a través de todos estos años de experiencia que tenemos con ellos, nos damos cuenta de que los clientes aprenden a tener un manejo muy eficiente y racional del servicio público. Saben que este servicio depende de las condiciones de uso
contó Claudia Gómez Maya.
Desde EPM se argumentó que la instalación del servicio prepago a la familia de Marinilla se pospuso mientras el hogar cumplía con las exigencias de la empresa. Ayer se restableció el servicio con la instalación del medidor especial del suministro. Desde ahora, la familia de Yuliana Cuartas podrá recargar desde un valor de $5.000 la energía de su hogar para disfrutar de la prestación.