En el marco de la celebración de la Semana de la Juventud, jóvenes de La Unión se sumaron en una sola voz para reclamar paz en el territorio. A modo de protesta, pintaron el rostro de Miguel Ángel, joven de 15 años asesinado el 10 de agosto en el municipio a manos de sicarios que, según las autoridades, presuntamente lo confundieron con otra persona.
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Veinte días después de su muerte, integrantes de la Plataforma Municipal de Juventudes de La Unión, junto a amigos de Miguel Ángel, pintaron su rostro en el sector El Cementerio, el mismo lugar donde le arrebataron los sueños.
Es evidente que en el municipio de La Unión se están presentando conflictos bien complejos en torno a la seguridad de las juventudes. Entonces la idea de pintar a Miguel parte precisamente de esa protesta, de ese 'no lo olvidamos', de ese 'Miguel Ángel que es inspiración para la no repetición'
indicó Alejandra Galeano Valencia, coordinadora de la Política Pública de Juventud en La Unión.
Ella misma contó que, inicialmente, la jornada de muralismo no había sido pensada para plasmar el infortunado suceso, pero fue el temor que hoy habita entre los jóvenes -a razón de la crisis de seguridad que hay en el municipio- el detonante de la protesta.
¿Quién era Miguel Ángel, el menor asesinado en La Unión?
A las 8:40 de la noche del martes 10 de agosto, varios disparos aturdieron la noche en La Unión. Al tiempo, se oscurecieron los sueños de Miguel Ángel García Osorio, un joven de 15 años que fue ultimado por dos sicarios en el sector del cementerio, zona urbana del municipio, minado por organizaciones delincuenciales dedicadas al tráfico de estupefacientes.
Miguel vivía con sus padres y sus dos hermanos en La Unión. Los primeros reportes de las autoridades indican que dos hombres que se movilizaban en una motocicleta le dispararon sin medir palabra; presuntamente, lo confundieron.
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El menor asesinado soñaba con ser futbolista profesional para sacar adelante a su familia. Con el anhelo de alcanzar su meta, ingresó a los siete años a la Corporación Talento Unitense, equipo de entrenamiento deportivo del municipio.
Le quitaron los sueños a un gran líder, a un gran deportista. Le quitaron los sueños a un niño que tenía todas las cualidades del mundo, un niño que era empático, responsable, que era de familia, que tenía todos esos valores que nos inculcan en la casa
así lo recordó Sergio Alejandro Betancur, entrenador de fútbol de Miguel Ángel.
Durante nueve años corrió detrás de un balón, no se cansaba de hacerlo porque tenía muy claro su objetivo: llegar a las grandes ligas. Y ese camino era prometedor, pues los profesores de la Corporación de fútbol comentaban entre ellos las grandes habilidades que él tenía con la pelota. “Nosotros lo manifestábamos desde el club, que Miguel Ángel era un jugador de proyección”, narró Alejandro Betancur.
Infortunadamente, los sueños de Miguel y de su familia se los arrebataron en una guerra que hoy no tiene nombre, ni responsables.