Jennifer Muñoz, presunta estafadora de La Ceja, rompe el silencio: “solo fui una mala administradora”

Jennifer Muñoz, organizadora de eventos acusada presuntamente de una estafa que supera los 400 millones de pesos, entre clientes y proveedores, habló públicamente por primera vez a través de un video. En él, la mujer explicó su versión de los hechos, defendiendo que sus errores se debieron a una mala gestión administrativa y no a intenciones maliciosas.

Recordemos que el escándalo estalló desde el pasado fin de semana cuando Jennifer se fue de La Ceja y comenzó a incumplir con los eventos y con el pago a proveedores.

“Mi intención siempre fue crecer, como todos los seres humanos sueñan hacerlo. Pero fui muy inmadura para manejar los presupuestos, la contabilidad y los cálculos. Esto empezó como un pequeño emprendimiento que creció demasiado rápido, y yo no estaba preparada”, explicó Muñoz visiblemente afectada.

Del sueño de Jennifer Muñoz al colapso financiero

Jennifer relató cómo su negocio, que inició hace cuatro años, se transformó en una bola de nieve de deudas insostenibles. Según su testimonio, aceptaba eventos a precios bajos para generar flujo de caja inmediato, pero las inversiones necesarias para realizar eventos de alta calidad terminaron excediendo con creces los pagos recibidos.

“Me pagaban 12 millones de pesos por un evento, pero lo realizaba por 30 millones, siempre queriendo hacer cosas espectaculares. Con el dinero de un evento cubría los costos del anterior, y así sucesivamente, hasta que el hueco financiero creció tanto que no pude seguir adelante”, dijo.

Además, señaló que la presión aumentó cuando comenzó a organizar varios eventos simultáneamente, lo que multiplicó sus problemas financieros. “A veces tenía tres eventos el mismo fin de semana y debía reunir al menos 20 millones de pesos semanalmente para poder cumplir”, aseguró.

Impacto emocional y amenazas

Muñoz también habló del impacto emocional y familiar que ha tenido esta situación. Entre lágrimas, describió cómo, tras el incumplimiento de dos contratos recientes, empezó a recibir amenazas de muerte dirigidas a ella y a su familia. “Me dijeron que iban a quemar la casa de mi papá y que contrataron sicarios para matar a mi mamá. Tuve que huir con mi hijo y mi mamá se fue también con mis sobrinitos”, declaró.

En el video, Jennifer reconoció haber incumplido con los contratos de una boda y unos 15 años, pidiendo perdón directamente a los afectados. Sin embargo, insistió en que el resto de los eventos programados aún están a futuro y expresó su intención de cumplir con ellos.

“Yo no soy una delincuente, nunca me he robado ni 100 pesos. Todo fue una mala administración”, aseguró Muñoz, quien también afirmó estar dispuesta a asumir las consecuencias legales que determinen las autoridades.

Jennifer Muñoz pide ayuda

Durante su declaración, Jennifer hizo un llamado a empresarios, artistas y personas solidarias que puedan ayudarla a salir de la crisis y cumplir con los eventos pendientes. “Quiero cumplir con los sueños de las personas. Si alguien puede ayudarme a gestionar esto, estaría eternamente agradecida”, manifestó.

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Según Jennifer, ella sigue buscando soluciones desde la clandestinidad, asegurando que no puede exponerse por temor a represalias.

Reacciones en La Ceja

Mientras Jennifer busca apoyo para resolver la crisis, las más de 200 víctimas de su supuesto esquema de estafa continúan organizándose para presentar denuncias ante la Fiscalía. Por su parte, el padre de Jennifer, Nicolás Giovanni Muñoz, quien también ha sido blanco de amenazas, negó tener relación alguna con el negocio de su hija.

“Yo no estoy relacionado con su empresa. Jennifer es mayor de edad y siempre tomó sus decisiones sola. Estoy dispuesto a colaborar con la justicia para que todo esto se esclarezca”, afirmó el médico pensionado en una entrevista exclusiva con MiOriente.

Un caso en desarrollo

La Fiscalía avanza en las investigaciones mientras la comunidad de La Ceja permanece conmocionada por un caso que ha afectado sueños, celebraciones y la confianza de decenas de familias. Jennifer Muñoz, quien asegura que su único error fue una administración deficiente, enfrenta un panorama incierto, entre la búsqueda de soluciones y las exigencias de justicia por parte de las víctimas.

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