Desde 1996 la vida de Jorge Iván Restrepo Llano se convirtió en un infierno: dos exguerrilleros de las FARC expidieron cédulas falsas utilizando su número de documento de identidad. Jorge Iván, un guarneño dedicado a prestar el servicio de vigilancia, está cansado de explicarle al mundo que nunca ha sido un guerrillero.
Por cuenta de ser el homónimo de los conocidos delincuentes “Mono Jojoy” y “Joaquín Gómez”, Jorge ha perdido trabajos y hasta le han cerrado cuentas en varias instituciones bancarias del país. A sus casi 50 años, Jorge solo espera una cosa: que la justicia colombiana no lo deje morir en las condiciones que vive hoy.