Durante la pandemia, las empresas enfrentaron un desafío sin precedentes y la adquisición de materias primas se convirtió en una tarea compleja al depender en un 90% de Asia para el suministro de telas, un componente crucial en la industria de toallas húmedas.
Ante esta coyuntura crítica en el retraso de la llegada de los contenedores con la materia prima, en Quimicolor, tomaron una decisión estratégica: invertir en su propia maquinaria para la producción de telas. Esta decisión permitió transformar radicalmente su modelo de negocio.
“La Andritz, es la mejor máquina del segmento con la que se fabrican telas Spunlace con tecnología de punta. Esto pone a Quimicolor en el puesto 1º del podium de innovación y desarrollo en la fabricación de telas con la que también se realizan las gasas quirúrgicas en clínicas y hospitales, un mercado de nicho, muy especializado que dará competitividad al mejorar los precios de estos elementos en el sector salud”, expresó Quimicolor a través de un comunicado.
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Con capacidad para producir más de 10.000 toneladas de tela no tejida en rollo, al año, para su conversión en toallitas húmedas, Quimicolor se convirtió en la única empresa en Suramérica con capacidad para la producción de este tipo de tela en el continente, abriendo así un mercado importante que impactará la economía de la región. Hasta hoy estas telas, en su totalidad, debían ser importadas desde Asia, lo que representa, un ahorro significativo en costos para las empresas fabricantes de pañitos húmedos en la región y un factor competitivo para Quimicolor, pues el consumo regional asciende a 40,000 toneladas al año, proporcionando así un horizonte aún más prometedor para expandir sus operaciones.
La planta, que ocupa 2.600 metros cuadrados, procesa fibras de viscosa y poliéster permitiendo el control de la calidad de los productos en toda la cadena de abastecimiento y suministro, permitiendo así, una producción más eficiente y flexible y evitando los envíos intercontinentales necesarios para la adquisición de las telas, y por tanto, reduciendo la huella de carbono de la empresa.
“Hoy en día, los resultados de esta decisión son evidentes, hemos logrado independizarnos completamente de Asia en lo que respecta a la adquisición de nuestra materia prima principal. Esta autonomía no sólo ha fortalecido nuestra cadena de suministro, sino que también nos ha posicionado de manera ventajosa en el mercado, asegurando la calidad y disponibilidad constante de las telas esenciales para la fabricación de nuestras toallas húmedas”, asegura Antonio Mendivil, presidente de Quimicolor.
Para este segundo semestre del 2024 Quimicolor presupuesta ventas con un crecimiento del 25% frente al año anterior y un aumento del 30% en empleos directos, incrementando, tanto la mano de obra, como la automatización.
Así las cosas, los retos para Quimicolor son muchos, mantenerse vigente y darle continuidad a su negocio, es tal vez para el señor Antonio Mendivil, el más importante, además de seguirle apostando a los sueños de deportistas colombianos como Sebastián Montoya y Maximiliano Restrepo, quienes hacen parte del equipo de Juan Pablo Montoya, Team Montoya, quienes compiten en la F3 y F4 y a quienes Quimicolor apoya como patrocinador oficial.