Un conductor denunció haber sido víctima de un elaborado engaño que incluyó la presencia de un supuesto sacerdote y promesas laborales que resultaron ser falsas. Según el relato, el estafador lo despojó de dinero en efectivo, un celular de alta gama y tuvo acceso a sus cuentas bancarias.

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    • El incidente comenzó la mañana del martes 17 de diciembre, cerca de las 6:30, cuando el conductor recogió a un pasajero en el Alto de la Capilla y se dirigía a una iglesia en el sector de Las Delicias, en Rionegro: “Desde el inicio, el hombre se mostró amable y conversador. Me habló de su vida, mencionando que era un sacerdote y que trabajaba en una parroquia cercana”, relató la víctima.

    El estafador, haciéndose pasar por clérigo, planteó la posibilidad de un empleo como conductor personal, describiendo condiciones que parecían ideales: “Me ofreció 300 000 pesos por un viaje que incluía recogerlo, llevarlo a Medellín y regresar. Además, mencionó que estaba buscando un conductor fijo porque tenía problemas de salud que le impedían manejar”, ​​señaló el afectado.

    En un acto que buscaba generar confianza, el supuesto sacerdote lo invitó a dos iglesias, y a un café cercano, donde sostuvo una entrevista informal sobre su vida y sus aspiraciones laborales: “El hombre me contó que había estudiado en Italia, que era doctor en geología y que había regresado a Colombia para servir a la comunidad. Era alguien carismático, que sabía cómo ganarse a las personas”, añadió.

    Un robo meticulosamente planeado

    El trayecto hacia Medellín estuvo cargado de detalles que buscaban disipar cualquier sospecha: “Me llevó a desayunar y luego dijo que necesitaba comprar ropa para niños de la vereda que representaba. Me pidió recomendaciones y terminamos en una tienda de ropa en el centro”, explicó la víctima.

    En la tienda, el hombre aprovechó un momento de distracción para ejecutar el robo, le ofreció ropa que sería, según él, de su dotación: “Yo me estaba midiendo ropa cuando, de repente, me di cuenta de que no estaba. Le pregunté al personal del almacén, y me dijo que había salido a retirar dinero. Ahí fue cuando sospeché que algo estaba mal”, narró.

    En el meticuloso plan, que duró unas 5 horas, el estafador logró llevarse 300 000 pesos en efectivo, un iPhone 13, y acceso temporal a cuentas bancarias vinculadas al celular: “Utilizaba mi teléfono constantemente para hacer cálculos, decía que era por su trabajo, y yo, confiado, no bloqueé el dispositivo”, lamentó.

    Un perfil bien construido

    El afectado asegura que el hombre tenía todo planeado al detalle: “Era muy convincente, conocía temas de parroquias y hablaba de su supuesta vocación con mucho conocimiento. Además, sabía cómo generar confianza al invitarme a comer, hablar de su familia y mostrarse como alguien humilde y generoso”, comentó.

    Según la descripción proporcionada, el estafador aparentaba entre 35 y 38 años, aunque decía tener 46: “Era joven, carismático y estaba muy bien vestido. Incluso, cuando llamó a un supuesto colaborador para hablar de su 'nuevo director', parecía que todo era real”, afirmó.

    El conductor logró bloquear sus tarjetas bancarias tras el incidente, aunque el proceso fue complicado debido a que no tenía un teléfono disponible: “Estuve casi una hora intentando bloquear todo desde un celular prestado. Afortunadamente, no logró mover dinero de mis cuentas, pero el daño ya estaba hecho”, aseguró.

    El robo dejó a la víctima sin recursos para pagar el parqueadero y el peaje de regreso: “Tuve que pedirle a mi mamá que me transfiriera dinero. Es una experiencia muy dura, porque este hombre pensó en todo para que uno no sospechara de nada”, expresó.

    El afectado hizo un llamado a la comunidad para que esté alerta ante situaciones similares: “No quiero que nadie más caiga en un engaño como este. El hombre sabía lo que hacía y cómo manipular a las personas”, advirtió.

    Por ahora, las autoridades están investigando el caso, y las imágenes de las cámaras de seguridad de la tienda donde ocurrió el robo podrían ayudar a identificar al responsable: “Espero que con esto se haga justicia y que nadie más pase por una experiencia tan angustiante como esta”, concluyó la víctima.

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