Debido al crecimiento acelerado que ha tenido el mercado inmobiliario en el Oriente Antioqueño, se ha generado un incremento considerable en el costo de vida. En la subregión, en los últimos cinco años, han sido vendidas anualmente más de 3 mil viviendas, según documentó La Lonja Propiedad Raíz.
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Para el caso del municipio de El Retiro, factores como la cercanía con el Valle de Aburrá, el ambiente campestre y las obras de infraestructura vial han generado que esta localidad se convierta en un excelente lugar para el sector inmobiliario.
Sin embargo, esta situación podría traer —según el mandatario de los guarceños— consecuencias a mediano plazo si no hay un control oportuno.
El Retiro viene sufriendo una presión urbanística absolutamente descomunal. A nosotros los guarceños nunca se nos ha preguntado qué es lo que en realidad queremos como municipio: el desarrollo no implica la construcción de grandes proyectos como lo quieren hacer ver
expresó Nolber Bedoya, alcalde de El Retiro.
La administración municipal ha manifestado que desea seguir conservando su ambiente y entorno acostumbrados, y ha insistido en la importancia de revisar el Plan Básico de Ordenamiento Territorial, el cual deberá ceñirse a la norma para calcular cómo debe ser el crecimiento de los proyectos inmobiliarios.
“Queremos enfocarnos en lo que realmente quiere la comunidad, y ellos quieren es poder seguir viviendo en un municipio absolutamente hermoso y tradicional. Hacemos un llamado a todos los promotores urbanísticos para que entiendan cuál es la dinámica del municipio, y que construir no necesariamente es la respuesta que nosotros esperamos para el desarrollo de El Retiro”, concluyó Nolber Bedoya.
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