Programa “Mi Río, Mis Quebradas” invertirá más de medio billón de pesos para proteger los afluentes de Medellín y el Valle de Aburrá

Con el objetivo de proteger los afluentes hídricos y retomar el legado del Instituto Mi Río, se creó en Medellín el programa “Mi Río, Mis Quebradas”, el cual trabajará por la gestión integral del agua, la reducción del riesgo y la recuperación ambiental. Para esto, la Alcaldía de Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) y el Metro de Medellín invertirán 663383 millones de pesos, en el período 2024-2027, de los cuales $120000 millones serán solo para atender el eje del río Medellín-Aburrá. Los recursos también serán para estrategias de conservación, protección, recuperación, mantenimiento, conocimiento y apropiación social de los afluentes.

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La apuesta incluye 21 obras hidráulicas nuevas en quebradas, la atención de 30 puntos críticos por riesgo hidráulico en el eje del río y la intervención de 40000 metros cuadrados de espacios públicos creados y cualificados. En el primer semestre de 2026 se iniciará la contratación para el mantenimiento de 197 puntos críticos en quebradas, junto a estudios y diseños del sistema de drenaje en varias de ellas.

Del total de recursos invertidos, el Distrito aporta $366383 millones; el AMVA $282000 millones, y el Metro de Medellín $15000 millones. Esto permitirá que las estrategias se expandan también en beneficio de los otros nueve municipios del área metropolitana, con obras de protección, mantenimiento y mitigación de riesgos en la cuenca del río Aburrá-Medellín, desde Caldas hasta Barbosa.

Para 2025-2026 avanzan las intervenciones en las quebradas Altavista, Cabuyala, El Pelón, La Chorrera, La Aguadita y La Honda. También se ejecuta una obra hidráulica en la quebrada La Toscana, que resolverá las inundaciones históricas de ese punto, según indicó la Alcaldía.

Las principales obras finalizarán entre 2026 y 2027 y otras quedarán con diseños y predios adquiridos. El proyecto permitirá planificar acciones hasta 2027 y dejará un plan maestro hasta 2040 para las próximas tres administraciones de Medellín, así como instrumentos que se incorporarán al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y al Plan de Acción Climática, para consolidar una hoja de ruta que garantice la sostenibilidad de las intervenciones a largo plazo.