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Retornados a Alejandría reclaman ayuda Nacional y Departamental

  • El municipio se encuentra en estado de emergencia por el retorno individual y masivo de 520 personas, víctimas del conflicto armado.


    Diez años después del inicio del conflicto armado en el municipio de Alejandría, los campesinos fijan su mirada en sus tierras con la esperanza de  progresar. Gobierno municipal requiere apoyo para asistir a las familias que regresan. Leer más:  Emergencia en Alejandría por retornos, Alcaldía requiere ayuda Departamental y Nacional y En Alejandría el cultivo de Fique, una oportunidad para retornar

  • MiOriente acompaño el retorno de los desplazados al municipio de Alejandría, ahora las personas piden ayuda del Gobierno Departamental y Nacional.

    Arescio Antonio Guarín habitante del municipio en la actualidad.

    "Estaba cultivando tomateras un lunes de 1999 a las 9:30 a.m. De repente me llega un mensaje de un amigo diciéndome que tenía dos horas para salir de mi casa".

    Así comienza su relato este campesino de Alejandría, años después de retornar a su municipio. El tesón, su esperanza en Dios y la fortaleza han sido su mano derecha para afrontar la situación que vivió con su familia.

    Arescio Antonio Guarín es oriundo de la vereda Tocaima parte baja a 5 kilómetros y medio del pueblo. En el momento de salir de su tierra tenía sembrados 7.000 matas de tomate, 8 kilos recogidos de fríjol, 4000 matas de pimentón y otros cultivos de café y caña.

    "No sé muy bien qué grupo armado iba a ir por mí y mi familia, lo que sí sé es que tenía dificultades con ambos bandos: uno porque me negué a darle entrada en mi casa y el otro por la declaración de un vecino, a quien torturaron hasta morir, de que había paramilitares en mi finca. No comprendo muy bien lo que ocurrió ese día, solo sé que un sacerdote me salvó la vida."

    Como muchos campesinos, Arescio, sus tres hijas, su esposa Marta Oliva Guarín y madre salieron con lo que pudieron de su vivienda y se dirigieron a Cartagena pues allí  Arescio tenía una hermana. Al llegar sin ningún tipo de recursos se dedicó a trabajar como jornalero y en oficios varios para darle sustento a su familia. Sin embargo, según relata el campesino con fuerza, en Cartagena había mucha delincuencia y muchos amigos suyos murieron allí. Colonias enteras de desplazados del Oriente Antioqueño se alojan en aquellas tierras.

    De ser víctima de la violencia en territorio Antioqueño pasó a ser desplazado nuevamente en Cartagena y decidió regresar a su tierra natal  luego de no resistir más las vacunas de los Bacrim en aquel lugar. Arescio Guarín se aventuró a regresar a su casa en el 2012 y meses después se trajo de Cartagena al resto de su familia.

    "Dios me ayudó a regresar. Lo que quiero ahora es salir adelante, trabajar las tierras, porque donde uno quiera que se encuentre Alejandría estará en el corazón. Lo que le pido al gobierno departamental es que observen las condiciones de vida de los habitantes. Nos hace mucha falta a nosotros los retornados una seguridad alimentaria, el estudio (que es muy bueno en primaria pero lamentablemente no en secundaria), el apoyo para el impulso de la agricultura, en la que ya he recibido ayuda del gobierno municipal.

    El gobierno departamental te ofrecen proyectos, pero para unirte debes incluir a 4 o 5 personas más y es complicado porque los retornados estamos en diferentes partes de nuestra tierra".

    Ahora en Alejandría se respira un aire de paz. Como Arescio muchos campesinos esperan retornar a la tierra que los vio nacer y aguardan a que tan grande anhelo se cumpla.

    Nubia de Jesús Guarín, habitante del municipio y una de las retornadas.

     

    Una mirada serena acompañaban las palabras de Nubia de Jesús Guarín, habitante de Alejandría, al relatar su vivencia durante el conflicto armado.

    "En los días de la violencia, los grupos alzados en armas te detenían los unos al lado de la carretera y los otros al otro lado y te preguntaban cuántas personas había en tu casa en dónde vivíamos, cuántos éramos y para dónde íbamos... y así no solo eso, sino que también te regaban el mercado por la carretera. Si lo que comprabas  no estaba en su lista  te lo quitaban porque estaba prohibido llevarlo a la casa."

    Recuerdos como estos se anidan en la memoria no solo individual, sino también colectiva  de la comunidad alejandrina, tras soportar los años de violencia en su tierra. Sin embargo, una sonrisa siempre acompañaba su rostro como señal de la esperanza y fe en Dios que la han acompañado durante su vida.

    "Como casi todos los del municipio me dirigí a Cartagena. Con mucha tristeza, con mucha desesperación. Yo me quedé allá con mis hijos (los que me quedaron, uno murió) y buscábamos comida por las calles todos los días. También sobrevivimos en Cartagena haciendo arepas, tamales, morcilla, criaba marranos y gallinas, mazamorra apilada... así hasta el 4 de junio del 2012 porque debí regresar a Medellín para cuidar a mi mamá que la iban a  operar. Decidí pasar por mi tierra y al verla me quedé."

    Luego de regresar a Alejandría, la señora Nubia Guarín encontró su casa tal cual la había dejado. Sin su hijo ni su hermano se dedicó a trabajar diariamente su pedacito de tierra para sobrevivir en su tierra natal. "Yo voleo azadón, hachas, lo que sea. Mucha lucha y ánimo. Le doy muchas gracias a la administración del municipio de Alejandría, las condiciones han mejorado aquí. Yo le diría a nuestros compañeros que regresen, la vida en la ciudad es muy dura y el campesino conoce su tierra, no la ciudad. Al gobierno departamental le diría que incrementara los esfuerzos para controlar los grupos armados; mi esperanza es que sigamos viviendo en paz".

    En su campo, Nubia se dedica a criar pollitos. Ahora ella y su familia se encuentran en paz, trabajando la tierra, la misma que presenció sus vidas y la misma que es motivo de esperanza y progreso en  un municipio que es famoso por sus tradicionales Fiestas de la Simpatía; la alegría, la amabilidad de su gente y la belleza de sus destinos ecológicos.

    Por: Jenny Alexa Castaño Arbeláez. Enviada especial.

           [email protected]

     

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