Para poder tomar decisiones que aumenten el rendimiento laboral y alcanzar los objetivos propuestos por cada empresa, es fundamental poder analizar el desempeño de cada uno de los colaboradores.
Para poder hacerlo existen distintos métodos de evaluación de desempeño que permiten identificar las competencias y habilidades de cada uno de los colaboradores y la manera en que lleva adelante sus tareas.
¿Qué es la evaluación de desempeño?
Tal como su nombre lo indica, la evaluación de desempeño es una herramienta a través de la cual se puede conocer el desempeño de cada trabajador, identificando las habilidades y competencias que pone en juego en sus tareas.
Por lo general, estas evaluaciones están a cargo del equipo de Recursos Humanos, que se encarga de medir y analizar el desempeño de cada uno de los colaboradores de la empresa.
Mediante los distintos métodos de evaluación de desempeño, se puede conocer la manera de trabajar de cada uno de los colaboradores, conociendo de esa manera la contribución que realiza cada uno de ellos a la empresa.
Con esta información, se pueden organizar planes que permitan elevar la eficacia de la organización y alcanzar los objetivos deseados de una manera más práctica y eficiente.
Es decir, gracias a los resultados que arroja la evaluación de desempeño, se pueden trazar estrategias que colaboren con la productividad de la organización, y que la potencien.
Métodos de evaluación de desempeño
Como mencionamos anteriormente, existen diversos métodos de evaluación de desempeño. Cada empresa podrá elegir el método que le resulte más eficaz y que considere sea más apropiado para los objetivos de la organización.
A través de la evaluación de desempeño, se pueden evaluar diferentes aspectos como la creatividad, la comunicación, la responsabilidad, la capacidad de resolver problemas, el trabajo en equipo, la adaptabilidad de cada uno de los colaboradores.
Conociendo estas competencias, será más fácil poder identificar las fortalezas y debilidades de la empresa en general, diseñando estrategias que permitan potenciar el crecimiento de la misma.
Entre los distintos métodos de evaluación de desempeño se encuentran la autoevaluación, la evaluación 90° (que es llevada a cabo por un supervisor directo), la evaluación 180° (que se da entre pares), la evaluación 270° (que se realiza entre diferentes miembros de la empresa, de forma anónima) y la evaluación 360°, que es uno de los métodos más utilizados.
El método de evaluación de desempeño 360° integra todos los otros métodos. Es decir, se trata de una evaluación que está compuesta por una autoevaluación, en donde cada colaborador se evalúa a sí mismo, la evaluación de superiores directos, de pares, de subordinados e incluso de clientes.
De esta manera, la empresa puede obtener un análisis minucioso de las competencias y habilidades de todos los colaboradores, pudiendo realizar una evaluación general que parte de lo particular.
Es decir, a través de las evaluaciones particulares que se realizan a cada uno de los colaboradores, se puede realizar un análisis global de la empresa para poder encontrar soluciones a los posibles problemas que se planteen.
Además de los métodos mencionados anteriormente, existen otras maneras de evaluar el desempeño de los colaboradores. Una de ellas es planteando una situación problemática, para ver de qué manera la resolverían.
A través de ese ejercicio, se puede evidenciar cuáles son las habilidades y competencias que cada colaborador pondría en juego para poder superar ese problema supuesto que se ha planteado.
Beneficios de la evaluación de desempeño
La evaluación de desempeño en una empresa resulta fundamental para su productividad, y aporta muchos beneficios al funcionamiento interno de la misma. Uno de los grandes beneficios que aporta esta herramienta, es poder solucionar problemas generales a partir de la evaluación particular.
Conociendo el desempeño de cada uno de los colaboradores de un sector o departamento de la empresa, se podrán plantear soluciones a los posibles problemas que se identifiquen en ese área en específico, colaborando así con el bienestar general de la compañía.
Otro beneficio que se puede identificar es el conocimiento que brinda sobre el desempeño de cada uno de los colaboradores, permitiendo potenciar las fortalezas y trabajar sobre las debilidades de cada uno.
También permite identificar a los talentos dentro de cada departamento de la empresa, lo que ayudará a diseñar planes estratégicos para potenciar el crecimiento y la productividad de la misma.
¿Cómo realizar una evaluación de desempeño?
Lo primero que se debe tener en cuenta al momento de realizar una evaluación de desempeño es el objetivo de la misma. Las evaluaciones de desempeño son herramientas que permiten diseñar estrategias para potenciar el rendimiento dentro de una empresa.
Teniendo en cuenta eso, se deberán seguir algunos pasos que permitirán realizar la evaluación de manera tal que resulte efectiva y se ajuste a lo que la empresa busca en cada momento.
Una misma empresa puede emplear distintos métodos de evaluación de desempeño en diferentes momentos, ya que cada uno de ellos está orientado a dar soluciones a una problemática en particular.
Para poder realizar una evaluación de desempeño, en primer lugar se deben definir los objetivos de la misma, es decir, para qué se está llevando a cabo dicha evaluación. Y para esto resulta fundamental no sólo definir qué se va a evaluar sino durante qué período de tiempo (puede ser un mes, tres meses, seis meses, un año, etc.).
En segundo lugar, se debe seleccionar el método que se va a implementar. Como mencionamos anteriormente, hay muchos métodos diferentes que se pueden utilizar para desarrollar una evaluación de desempeño.
Cada empresa deberá decidir en el momento en que la lleve a cabo si será una autoevaluación, evaluación 90°, 180°, 360°, etc. De esta manera, se podrán evaluar determinadas competencias y habilidades de cada colaborador.
Para finalizar, una vez que se hayan realizado las evaluaciones y se hayan analizado sus resultados, se podrán diseñar estrategias para aumentar la productividad de la empresa, potenciando las fortalezas de cada colaborador, y trabajando sobre aquellos aspectos que se vean menos fuertes.