Desde la Escuela Contra la Drogadicción Luis Carlos Galán Sarmiento, en conjunto con la Gobernación de Antioquia, se llevó a cabo un estudio departamental sobre el consumo de Sustancias Psicoactivas (SPA), con el que se logró establecer datos sobre cómo está el consumo de SPA legales e ilegales en el Oriente Antioqueño.
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Dicho estudio midió entre otros aspectos la percepción del riesgo por el uso de las diferentes sustancias, la facilidad de acceso a estas y el grado de exposición a la oferta de drogas que ha tenido la población de la subregión.
En lo referente a las SPA legales se identificó que en el Oriente el 28,2 % de la población ha consumido tabaco alguna vez en su vida, casi cuatro puntos por encima de la media de Antioquia (24,6 %). En cuanto a la edad media de inicio del consumo de tabaco, en el departamento es de 17,2 años y en el Oriente de 17,6 años.
En lo relacionado con el alcohol, en la subregión 6 de cada 10 personas han consumido licor en su vida, y 4 de cada 10 lo consumió en el último año, lo que representa un aproximado de 110 mil personas. La edad media de inicio del consumo de esta sustancia es de 16,9 años, aunque un 25 % de las personas que han ingerido alcohol lo hicieron por primera vez a los 14 años.
Para el caso de las SPA ilegales, un 14,1 % de la población del Oriente Antioqueño manifestó haber consumido alguna sustancia psicoactiva al menos una vez en la vida.
El Oriente tiene cifras muy cercanas al promedio departamental, pero en algunas sustancias son mayores, como en el caso de la marihuana y el alcohol. En el trabajo que se hizo se puede reconocer que en los municipios más grandes del Oriente es donde hay una mayor prevalencia de consumo
expresó Fabio Villa Rodríguez, director de la Escuela Contra la Drogadicción de Antioquia.
En cuanto a la facilidad de acceso a sustancias psicoactivas en el Oriente, el informe indicó que el alcohol y el tabaco tienen un 58,8 % de facilidad para ser conseguidos por los orientales. Seguidamente se encuentran la marihuana (33,1 %), la cocaína (20,8 %), el bazuco (16,2 %), el éxtasis (14,4 %), tranquilizantes sin prescripción médica (13,4 %), opioides sin prescripción médica (14,6 %), inhalables (43,2 %), alucinógenos (14,9 %) y estimulantes sin prescripción médica (16,0 %), esto con relación a los promedios departamentales.
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