El pasado 16 de marzo se cumplió la fecha estipulada para que la Procuradora delegada para el caso del nariñense Javier Cadavid entregara el informe de revisión del expediente a la Corte Suprema de Justicia, y a partir de ello, la institución definiera la situación del Oriental. Casi cuatro meses después, Javier permanece en la cárcel La Paz, de Itagüí, donde lleva ocho años recluido, acusado de extorsión agravada y enriquecimiento ilícito, aun cuando alias “Rojas” y “Karina”, exmiembros del frente 47 de las Farc, se han hecho responsables de dichos delitos.
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“No nos han respondido absolutamente nada”, son las palabras de Felipe Cadavid, hijo de Javier, refiriéndose a la Corte Suprema de Justicia, entidad que “nos negó la petición de casa por cárcel que solicitamos hace aproximadamente dos meses, mientras se esclarecía el caso de mi padre”. También indicó que “unos abogados le plantearon a mi papá que se acogiera al Proceso de Paz, pero asumiendo algunos delitos, y pues si uno es inocente no va a aceptar nada, entonces descartamos esa posibilidad”.
A la fecha, el caso de este hombre, quien era un líder en el corregimiento de Puesto Venus, en Nariño, lugar donde tuvieron lugar las acciones que lo tienen preso, no ha recibido respuestas favorables por parte de la justicia colombiana, incluso cuando las pruebas en su contra se han agotado a lo largo de ocho años de proceso. Mientras tanto, Felipe, junto a sus cuatro hermanos, están “preparando un acto más simbólico en la Corte Suprema, porque no vemos una salida, hemos agotado todos los recursos”.
