Aproximadamente un millón de mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama cada año en el mundo. Seiscientas mil de ellas sobreviven, mismas que cada vez cuentan con más herramientas para curar un poco las heridas que les dejó la batalla con esta enfermedad. El tatuaje de pezón y areola es una tendencia que ha incrementado en los últimos años, y según Rose Marie Beauchemin, fundadora del Instituto de Maquillaje Permanente en Nueva Jersey, quien ha estado enseñando técnicas de pigmentación en la piel durante años, a medida que se conoce esta posibilidad, la oferta y la demanda de estos procesos aumenta.
Aunque esta tendencia toma mucha fuerza en el extranjero, Colombia empieza a figurar también con personas como Fabián Henao, tatuador colombiano y promotor de la campaña “Tinta Esperanza”. Este emprendedor, ha beneficiado a más de 300 mujeres sobrevivientes de cáncer de mama tatuándoles gratuitamente sus pezones y areolas, y aportando significativamente a la recuperación integral de cada una de ellas, ya que el cáncer no afecta únicamente la condición física de quien lo padece, sino también el aspecto emocional de las mujeres al enfrentarse a un espejo y no encontrar su cuerpo como lucía antes.
En el 2014, el portal de Plastic and Reconstructive Surgery manifestó las opiniones de médicos especializados que sugieren el tatuaje realista como un avance para conseguir mejores resultados estéticos en las mujeres que se someten a procedimientos quirúrgicos a causa de la enfermedad, y que no desean someterse nuevamente al quirófano para la reconstrucción de los pezones.
Aunque cada año alrededor de 400 mil mujeres pierden esta batalla, las opciones para quienes sobreviven de retornar victoriosas a la vida normal, se siguen diversificando con propuestas alternativas para vivir mejor.