Reino Unido, España, Francia, Rumania, Bulgaria y Croacia son algunos de los países de Europa que se han visto enfrentados a una segunda ola de contagios de COVID-19 que, en muchos casos, supera los primeros picos registrados meses atrás.
Eso es justamente lo que los epidemiólogos llaman “rebrote”; se da, en primer lugar, cuando existe una cantidad considerable de personas que todavía son susceptibles al virus después de un primer pico de contagios, y, en segundo lugar, cuando los gobiernos disminuyen las medidas de aislamiento social.
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Julián Fernández, director (e) de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, dijo que “aunque existe un fenómeno en diferentes regiones del mundo de aparición de casos después de que estos se habían desacelerado, y que se relacionan con el regreso a la normalidad, también es cierto que hasta ahora parecer ser que el impacto en términos de mortalidad es menor”.
Claro está: todas las medidas que adoptan los gobiernos y en especial las instituciones de salud, permiten que esos rebrotes dejen menos víctimas fatales entre los contagiados, lo que indica además que en la primera etapa de la pandemia fallecieron las personas más vulnerables.
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En ese sentido, el esfuerzo de los gobiernos se concentra en calcular el porcentaje de personas que terminaron contagiadas y aquellas que seguirían susceptibles después del primer pico de contagio.
“Pero esto último no se puede calcular directamente con los datos de vigilancia oficiales porque es únicamente un porcentaje de los que son detectados que, en su mayoría, son sintomáticos. Por lo cual los asintomáticos no se detectan”, dijo Fernández.
Por las particularidades de Colombia, la pandemia se comporta de manera asincrónica, es decir, hay algunas ciudades que van más adelante que otras, y municipios pequeños donde el brote tiene un comportamiento diferente.
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Lo cierto es que la mayor cantidad de ciudadanos susceptibles después del primer pico de contagios se encuentran en las grandes ciudades. Por lo tanto, si llega a darse un rebrote en Colombia, las condiciones en materia de salud serían mejores a las iniciales, pues hay mayor capacidad instalad de camas UCIs, entre otros factores favorables.
“No podemos bajar la guardia en las medidas de autocuidado. Mientras no tengamos una alternativa como la vacuna, es una posibilidad el retorno de nuevos brotes”, concluyó el especialista.
