Pocas sensaciones tan satisfactorias en la vida como estornudar con ganas. Tal vez tratemos de hacerlo de manera silenciosa cuando estamos haciendo una fila en el banco, o en una buseta, pero si nos dieran a elegir lo haríamos naturalmente y sin reparos. Se trata de una reacción física cotidiana y a la vez extraña porque un escalofrío recorre todo el cuerpo cuando estornudamos.
Existen diferentes tipos de estornudos: los hay silenciosos, escandalosos, apagados y hasta con gritos, todos ocasionado por el polvo, el humo, los olores fuertes, el aire frío, la caspa de animales, entre otras cosas. Además, siempre van acompañados de un gesto de la cabeza inclinándose hacia delante.
Aquí tenemos cinco datos curiosos sobre el estornudo:
- Es un acto de reflejo que se genera por la expulsión de aire pulmonar a través de las fosas nasales y la boca.
- La velocidad de un estornudo puede superar los 60 kilómetros por hora y los gérmenes pueden viajar hasta cinco metros de distancia.
- Es casi imposible mantener los ojos abiertos mientras se estornuda porque cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz aumenta la presión ocular generando el cierre automático de los párpados.
- Es un error taparse la nariz o la boca porque los gérmenes se quedan allí y luego son traspasados a teléfonos, lapiceros, cuadernos y otros objetos que utilizamos a diario.
- ¿Por qué es saludable? Esa idea se remonta a tiempos antiguos cuando el estornudo era presagio de muerte. Por eso, cuando alguien estornudaba se le decía “Dios te bendiga”, para pedir salud y evitar el contagio de enfermedades.