La Corte Constitucional determinó ayer miércoles 23 de agosto que las corridas de toros en Colombia volverán a ser legales al considerar que es una cultura arraigada de los pueblos. Con esta decisión, la Corte tumbó una sentencia de febrero de 2017, donde daba un plazo de dos años al Congreso para que creara una legislación sobre estos eventos.
En ese entonces el tribunal había determinado que las corridas de toros, los espectáculos con gallos de pelea y el coleo configuraban conductas de violencia animal, que son penalizadas con cárcel de 12 a 36 meses. Sin embargo, la Corte se retractó argumentando que no se tuvo en cuenta una jurisprudencia de 2010 que las señala como una expresión de arraigo cultural.
No es la primera vez que los toros ocasionan un revés del máximo tribunal de lo constitucional. Hace unos meses, la corte decidió anular la sentencia de sala de revisión en la que daba vía libre a la consulta antitaurina promovida por Gustavo Petro en la capital del país, y que Enrique Peñalosa se había comprometido a materializar en las urnas.
De esta manera, la “fiesta brava” queda libre de prohibición a partir de mayo del 2019, aunque esta práctica solamente puede desarrollarse en los municipios donde hay una tradición regular, periódica e ininterrumpida, es decir, no podían extenderse a ciudades donde nunca se han hecho, ni en temporadas que no sean las habituales.
Por último, con la decisión de la corte, también se estableció que las autoridades municipales en ningún caso podrán destinar dinero público a la construcción de instalaciones para la realización exclusiva de estas actividades.
