La construcción de Centrales y Micro centrales, la explotación minera, la influencia de las llamadas Bacrim, son algunos de los motivos que transforman el conflicto.
Nuevas conclusiones sobre la transformación y las nuevas dinámicas del conflicto que se vive en la región surgieron durante el foro “Hablemos del contexto en el Oriente” realizado el pasado viernes, enfocado sobre todo en lo que sucede en los municipios del Altiplano.
Los encargados de dar un panorama y un contexto en cuanto al tema fueron Luis Fernando Quijano Moreno, Director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social CORPADES, Claudia Lucía Sierra, de Naciones Unidas – Derechos Humanos; El Personero del Municipio de Marinilla Edgar Villegas y Elkin Ramírez Abogado de la Corporación Jurídica Libertad, quienes brindaron importantes elementos técnicos y conceptuales para el análisis del público asistente.
Todos presentaron sus diferentes posiciones sobre la actualidad del conflicto en el Oriente, y entre ellos giraba una misma conclusión y es que el conflicto en la región ha presentado cambios muy diversos, mismos que llevan a aseverar que nunca ha terminado sino que permanece en otras manifestaciones.
De ésta manera, Elkin Ramírez afirmó que el conflicto “está encontrando un campo abonado que lo otorga el modelo económico que se quiere imponer sobre el territorio, que es de expropiación y explotación de la tierra de los campesinos, una nueva desposesión a través del concepto de declaratoria de utilidad pública de la tierra de los campesinos y debe ser entregada para el desarrollo de grandes proyectos hidroeléctricos y mineros”, explicó el abogado.
Mientras tanto, el personero de Marinilla tras dar a conocer su mirada sobre el tema, expresó la importancia de abrir espacios como éstos que competen a toda la región asegurando que a problemas conjuntos soluciones conjuntas, pues “en estos municipios hay una acción de el Estado por realizar, hoy Rionegro atraviesa por un crudo conflicto interno y el índice de de homicidios así lo dice”, por lo que dijo que dicha situación no debe ser ajena a todos los órganos de control.
Finalmente, Quijano habló de la incidencia del conflicto que se vive en el Valle de Aburrá en esta zona del departamento, “en ningún momento se podrá separar lo que en el Valle de Aburrá sucede con lo del Oriente Antioqueño, pues en esta zona las estructuras que van más allá de simples bandas, no sólo establecen laboratorios sino también sus lugares de descanso, zonas de reserva, pero todo en el marco de tomar el control y consolidar corredores estratégicos”, es decir quela región ubicada en un punto estratégico se presta entonces para que las nuevas dinámicas del conflicto surjan y se manifiesten.
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